Este sábado ha tenido lugar la alocución del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ante la Asamblea General de la Naciones Unidas, en su quinto día de sesión en la ciudad de Nueva York (EE.UU.).
Bloqueo económico, comercial y financiero
Rodríguez ha calificado de "criminales" las medidas aplicadas por Washington contra La Habana en relación con el suministro de combustible a lo interno del país. Esto, en sus palabras, ha obligado a tomar medidas "de emergencia" sin precedentes, sostenidas gracias a la unión del pueblo.
El canciller condena que EE.UU. se guía por leyes destinadas a "cuestionar" la autodeterminación de la isla. "El bloqueo económico, comercial y financiero continúa siendo el principal obstáculo para el desarrollo de nuestro país y para el avance del proceso de actualización del modelo socialista", declaró Rodríguez, subrayando que el sector más afectado corresponde al privado.
Adicionalmente, el jefe de la diplomacia cubana condena la expulsión de los médicos cubanos que laboraban en Brasil bajo el programa de apoyo internacional, que fue cancelado por el presidente Jair Bolsonaro, y reclama la libertad para el exlíder brasileño apresado Luiz Inácio Lula da Silva.
Rodríguez se ha pronunciado además sobre la "continuada expansión" de la OTAN hacia las fronteras con Rusia, que en sus palabras "provoca serios peligros, agravados por la imposición de sanciones arbitrarias" rechazadas por La Habana.
Venezuela y socialismo
Rodríguez afirma que Cuba apoya "sin vacilación" al Gobierno legítimo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, pero describe como una "vulgar calumnia" la aseveración de Washington de que La Habana mantiene más de 20.000 efectivos militares en Venezuela.
Añade que Washington destina anualmente millones de dólares para deshacer la unidad de Cuba con una "concertada campaña de propaganda" para "desacreditar a la Revolución".
Además de condenar esta campaña en general, el canciller afirma que la reciente decisión de sancionar al expresidente de Cuba Raúl Castro "no tiene efecto práctico". "Es una migaja electorera que se lanza a la extrema derecha cubano-americana", aseveró Bruno Rodríguez, acusando al Gobierno de EE.UU. de tratar de justificarla con "falsedades abiertas y ofensivas".
"[Esto] refleja la bajeza y podredumbre a la que tiene que acudir este Gobierno estadounidense, ahogado en la corrupción la mentira y la inmoralidad", declaró Bruno Rodríguez.
"Aún en las actuales circunstancias, no renunciamos a la voluntad de desarrollar una relación civilizada con EE.UU. basada en el respeto mutuo y en el reconocimiento a nuestras profundas diferencias", declaró el ministro de Exteriores.
"La agresión económica, por muy dura que sea, las amenazas y chantajes no nos arrancarán ni una sola concesión", aseveró, no obstante, Bruno Rodríguez.
Riesgo de una nueva carrera armamentista
El canciller declaró ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que la decisión de las autoridades estadounidenses de abandonar el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) amenaza con el inicio de una nueva carrera armamentista.
"La conducta del actual gobierno de Estados Unidos y su estrategia de dominación militar y nuclear constituyen una amenaza para la paz y la seguridad internacionales", ha reiterado en el marco de su discurso. En ese contexto, ha hecho hincapié en que Washington "mantiene cerca de 800 bases militares en todo el mundo" y "avanza proyectos de militarización del espacio ultraterrestre y del ciberespacio, así como el empleo encubierto e ilegal de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otros Estados".
"La retirada de Estados Unidos del Tratado sobre las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y el inmediato inicio de las pruebas de misiles de alcance medio pretenden abrir una nueva carrera armamentista", subrayó.
Sanciones y visas
Su intervención se produce luego de la negativa de Washington de otorgar visas a parte de la delegación de su país para asistir a la plenaria y tras meses de presión de Washington al Gobierno cubano mediante el endurecimiento de las medidas punitivas. Las más recientes fueron anunciadas el pasado martes y afectaban al sector petrolero, específicamente a embarcaciones y entidades encargadas del transporte de petróleo de Venezuela a Cuba.
Dos días después, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, afirmó que la Casa Blanca dispuso nuevas sanciones para Raúl Castro por su presunta participación en "graves violaciones a los derechos humanos". Rodríguez condena esta decisión afirmando que se realizó "sobre la base de burdas calumnias".
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