El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, señaló que la disputa de las potencias por la hegemonía global y sobre todo la pobreza, representan un peligro para la paz mundial, según comentó durante su discurso en la Asamblea General de la ONU.
"Vivimos hoy una difícil coyuntura global, de gran incertidumbre, producto del choque de fuerzas contrapuestas que pugnan por establecer un nuevo orden mundial, muchas veces sin considerar las graves consecuencias que sus acciones provocan a la paz mundial", señaló.
El canciller apuntó que la situación en Asia occidental, la convulsión política en Europa, el hambre y la desnutrición en África son un ejemplo de esta frágil paz que enfrenta el mundo.
"La alarmante expansión de ideologías extremas constituyen factores de riesgo que se suman a esta lucha por el poder que enfrentan ahora bajo la forma de guerras comerciales o guerras ideológicas a las distintas potencias que claman por una posición de predominio", señaló Nin Novoa.
Resaltó la preocupación de Uruguay por el retiro de EE.UU. del tratado nuclear con Irán. También externó su preocupación por la proliferación de armas y la "intervención externa" en los asuntos internos de varios países de América Latina, como ocurre con Venezuela o el bloqueo contra Cuba.
Pobreza, cambio climático y educación
Nin subrayó el compromiso de Uruguay por el multilateralismo como forma de resolver los problemas globales, incluyendo tres asuntos prioritarios: la eliminación de la pobreza, el cambio climático y fomentar una educación de calidad.
En este sentido, el canciller calificó a la pobreza como "el peor flagelo de nuestro mundo, el mayor enemigo de la paz, el causante de la mayor parte de los males de nuestra era, el enemigo en cuya exterminación deberíamos enfocar todos nuestros esfuerzos".
"Si eliminamos la pobreza podremos acabar con el déficit en la educación y universalizarla, reduciríamos el daño al medio ambiente, si eliminamos la pobreza estaremos eliminando el hambre, la exclusión, la discriminación", agregó Nin.
El canciller expuso que si bien la riqueza mundial personal creció de forma exponencial en los últimos 20 años, existen 736 millones de seres humanos que hoy viven en condiciones de pobreza extrema. Indicó que menos del 10 % de la población mundial concentra el 86 % de la riqueza a escala global mientras un 70 % apenas se reparte el 2,7 % de la riqueza.
Asimismo, señaló que la explosión de la nueva tecnología digital ha provocado un crecimiento de la economía global y las potencias emergentes tras la crisis financiera de comienzos de siglo, el mundo ha aumentado su riqueza un 66 % en comparación con 1995.
"Sin embargo, ese crecimiento en la riqueza no ha logrado acabar con la pobreza y reducir la desigualdad. Por el contrario, esta ha aumentado y hoy los países de ingreso alto de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) reciben una riqueza 'per cápita' 52 veces mayor que los países de bajos ingresos", apuntó.
Advirtió que de no atender el fenómeno de la pobreza, en el mundo habrá 1.000 millones de personas en pobreza extrema para el año 2050.
Nin también dijo que el daño al medio ambiente va "más allá de lo tolerable" y refrendó los acuerdos internacionales para mitigar los efectos del cambio climático.
También comentó que los sistemas de educación deben modificarse para adaptarse a los retos que imponen las nuevas tecnologías, como los efectos sociales de la inteligencia artificial.
El 74° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU finaliza este lunes en la sede del organismo, ubicada en Nueva York (EE.UU.). Los representantes de 193 Estados miembros se han reunido desde el 24 al 30 de septiembre para debatir cuestiones de interés mundial, como el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, el cambio climático, la igualdad de género, y el derecho internacional, entre otros temas.
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