Los extraterrestres podrían observar nuestro planeta desde hace millones de años a través de sondas espía instaladas en objetos rocosos próximos a la Tierra, sostiene el físico estadounidense James Benford en un estudio publicado en The Astronomical Journal.
Este científico argumenta que unos objetos coorbitales cercanos —que siguen una ruta alrededor del Sol similar a la de la Tierra alrededor del Sol muy cerca de nuestro planeta— recientemente descubiertos proporcionan "una forma ideal de observar nuestro mundo" sin temor a ser detectados con facilidad.
De esta manera, una sonda ubicada en esos cuerpos celestes "podría esperar su momento mientras nuestra civilización desarrolla tecnología" que la pueda detectar y, una vez contactados, permitiría "entablar una conversación en tiempo real", explica Benford.
'Fisgones'
Esas sondas robóticas 'fisgonas' ('lurkers', en inglés) podrían responder o no a una señal en función de las motivaciones de los presuntos extraterrestres. Para que los científicos encuentren evidencias de tecnología alienígena, Benford sugiere que empleen desde telescopios ópticos y de radio y hasta envíen una nave espacial.
Las ideas de este especialista se basan en una larga historia de conjeturas elaboradas por personas que participan en programas SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, por sus siglas en inglés).
En 1960, el radiofísico Ronald Bracewell fue el primero en sugerir que "las comunidades galácticas superiores" podrían haber instalado sondas interestelares autónomas por el espacio para observar, controlar y tal vez hasta comunicarse con otras formas de vida, recuerda ScienceAlert.