El miércoles 2 de octubre, México recuerda como cada año la matanza contra estudiantes perpetrada por el Ejército en 1968, en la víspera de albergar los Juegos Olímpicos, con una multitudinaria marcha.
Los manifestantes partieron de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, en el centro de Ciudad de México, rumbo al Zócalo, la principal plaza pública de la capital mexicana, a las 16:00 horas (tiempo local), en el marco del aniversario 51 de la masacre estudiantil.
Tras los disturbios generados por pequeños grupos de encapuchados en años anteriores, el Gobierno local, encabezado por Claudia Sheinbaum, resguardó la marcha con un "cinturón de paz" formado por 12.000 servidores públicos, además de coordinarse con la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México (CDHCDMX), quienes acompañaron brevemente la protesta para luego desistir del empeño, con base en reportes de la prensa local.
Aunque los organizadores pidieron que los participantes no se cubrieran el rostro ni portaran instrumentos que pudieran ser utilizados para atacar a personas o inmuebles, en los contingentes se observan a a algunas personas encapuchadas.
Durante la protesta, dos policías fueron lesionadas levemente con petardos lanzados por presuntos manifestantes en calles del centro histórico de la capital mexicana; fueron atendidas por paramédicos y no se reportan de gravedad. También fue agredido un integrante de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta y un joven manifestante.
Entre los participantes están miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), integrantes de gremios como el sindicato de la UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana, y de organizaciones como Juventudes Marxistas y el Comité de Lucha Estudiantil del Instituto Politécnico Nacional.
Según información de autoridades de Ciudad de México, fueron desplegados 2.500 elementos y 380 unidades de seguridad para resguardar el paso de los manifestantes, así como 13 ambulancias y 37 paramédicos en la zona.
La Secretaría de Seguridad de la capital mexicana reporta la participación de al menos 8.000 personas.
Matanza de Tlatelolco
En 1968, el Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz irrumpió usando la fuerza y el espionaje contra el movimiento estudiantil, con la intención de detener las protestas de los universitarios previo a la inauguración de los Juegos Olímpicos.
El 22 de julio de ese año, comenzó una riña entre estudiantes de dos escuelas —la vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la preparatoria Isaac Ochoterena— en la que intervinieron violentamente los granaderos y golpearon a decenas de jóvenes.
Ante la represión policial, los estudiantes comenzaron a organizarse y salieron a protestar, pero el Ejército intervino en la preparatoria 1 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y destruyó la puerta de la institución.
El 30 de julio, el Ejército irrumpió en las Vocacionales 2 y 5 y en las Preparatorias 2 y 3 de la UNAM para golpear y arrestar a algunos jóvenes que protestaban.
Entre las demandas planteadas estaban:
- Libertad de los estudiantes detenidos.
- Derogación de leyes que contemplaban el delito de disolución social.
- La desaparición del Cuerpo de Granaderos, que participó en las primeras represiones contra estudiantes.
El conflicto entre el Gobierno y el movimiento estudiantil creció y el 13 de agosto de 1968 se realizó una manifestación en Ciudad de México que tuvo una participación de 150.000 personas.
Siguieron varias protestas estudiantiles, que fueron reprimidas por miembros de la Policía y el Ejército mexicano. Muchos jóvenes fueron golpeados por los miembros de seguridad, con la encomienda presidencial de detener el movimiento estudiantil como fuera.
El 23 de septiembre, el presidente Díaz Ordaz ordenó la toma de Ciudad Universitaria (UNAM), y un día después, el Ejército tomó dos campus del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Fue hasta el 1 de octubre que los uniformados se retiraron de la UNAM y el IPN.
2 de octubre
La tarde del 2 de octubre, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
El Ejército fue enviado para vigilar que no hubiese disturbios, aunque también fueron infiltrados elementos del llamado Batallón Olimpia, cuyos integrantes iban vestidos de civiles con un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda.
Durante la concentración, un helicóptero sobrevoló la plaza y lanzó dos bengalas, la primera verde y la segunda roja, presumiblemente como señal para que francotiradores apostados en un edificio abrieran fuego contra los manifestantes y militares, con la intención de hacerles creer que los estudiantes eran los agresores.
Los militares repelieron la supuesta agresión y dispararon hacia la multitud de manifestantes que se encontraban en la plaza de Tlatelolco.
Muchas personas lograron escapar del tiroteo y se escondieron en algunos departamentos de los edificios aledaños. Los militares irrumpieron en algunas de las viviendas de la Unidad Tlatelolco sin orden judicial, con la intención de capturar a los manifestantes. Horas después, la plaza estaba llena de cadáveres y personas heridas.
Aunque el Gobierno mexicano aseguró que solo hubo 20 muertos, tres años más tarde, la escritora Elena Poniatowska, en su libro 'La noche de Tlatelolco', publicó la entrevista de una madre que buscó entre los cadáveres a su hijo y reveló que por lo menos había contado 65 cadáveres en un solo lugar.
Por su parte, el periodista inglés John Rodda, en investigaciones independientes con entrevistas a sobrevivientes y testigos, calculó que el saldo fue de 325. Años más tarde, en una segunda investigación, el número se rebajaría a 250.
Aún se desconoce la cifra exacta de los muertos y heridos.