Los encapuchados que realizan actos vandálicos durante las protestas se han vuelto un fenómeno cada vez más visible en México.
Esto ha desatado todo una polémica en redes sobre qué debería hacer el Gobierno en lugares como la Ciudad de México para contener la violencia a la que recurren algunos grupos para manifestar su descontento por la situación social del país.
¿Pero quiénes son y qué ha pasado últimamente para que estos grupos hayan acaparado la discusión en el país latinoamericano?
Los hechos recientes
Durante la reciente manifestación del 2 de octubre, en la que se conmemora la masacre de estudiantes ocurrida en 1968 a manos de militares, una serie de ataques de grupos anarquistas fueron documentados a través de videos difundidos en redes sociodigitales.
Ante la amenaza de disturbios, el Gobierno de la Ciudad de México implementó un "cinturón de paz" conformado por funcionarios capitalinos para tratar de cercar a los grupos de choque.
Sin embargo, algunos encapuchados rompieron el cerco y agredieron a ciudadanos, paramédicos y periodistas que participaban en el acto, lo cual provocó críticas hacia la estrategia implementada por la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Días antes, grupos anarquistas también salieron a realizar actos vandálicos en el marco de las protestas por la despenalización del aborto, el 28 de septiembre. Ahí, rociaron con gasolina a policías mientras realizaban quemas en algunos edificios.
También hubo disturbios durante la marcha conmemorativa del 26 de septiembre por los cinco años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, cuando los encapuchados ocasionaron daños a una librería bajo la consigna de 'leer es para burgueses', lo que ocasionó polémica en redes.
Además, algunos grupos de mujeres encapuchadas realizaron actos vandálicos durante las protestas por la presunta violación de una menor de edad por parte de policías capitalinos. Esto como parte de las manifestaciones contra la violencia contra la mujer que se celebraron en la capital mexicana.
Un fenómeno cada vez más visible
Las manifestaciones de grupos anarquistas cobraron mayor relevancia a partir de la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de México el 1 de diciembre de 2012, fecha en la que una serie de enfrentamientos a las afueras del Congreso provocaron la muerte de una persona y que un activista perdiera un ojo por heridas de balas de goma disparadas por las fuerzas de seguridad. El suceso dejó decenas de heridos y personas encarceladas.
Un fenómeno similar se registró en 2013, cuando la marcha conmemorativa del 2 de octubre terminó con disturbios y enfrentamientos en las calles de la capital mexicana.
En 2014, también se registraron varios enfrentamientos entre encapuchados y policías, en el marco de las protestas por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que incluyeron un intento de tomar el aeropuerto de la Ciudad de México y otros episodios como la quema de una puerta de Palacio Nacional.
A partir de entonces, la presencia de encapuchados se ha vuelto una situación recurrente en las protestas realizadas en la Ciudad de México.
Los integrantes de estos grupos anarquistas suelen ser jóvenes en edad de cursar bachillerato o universidad, generalmente provenientes de extractos sociales humildes y marginados, quienes buscan reivindicar la violencia contra todo tipo de dominación. Por ello, suelen atacar los símbolos del Estado y la propiedad privada como una forma de lucha contra el sistema.
Suelen salir encapuchados y portando vestimenta negra, además de adoptar tácticas de subversión inspiradas en el movimiento internacional conocido como Bloque Negro, surgido en Europa a mediados de la década de 1980.
Aunque en México se especula que algunos supuestos anarquistas podrían ser en realidad grupos de choque financiados por políticos, no existen pruebas contundentes que permitan sostener dicha afirmación.
"Bloque Negro es una estrategia sin rostro. No son infiltrados los anarquistas, el anarquismo tiene diferentes corrientes y entre ellas la acción directa", señala un texto difundido en las redes de Bloque Negro México, organización que difunde propaganda anarquista y cuenta con 36.000 seguidores en Facebook.
"Los medios de comunicación asumen erróneamente que el Bloque Negro se trata de una organización anarquista. Como mencioné antes, el Bloque Negro es únicamente una táctica. Muchas veces, los bloques ha emitido comunicados de prensa explicando el porqué de sus acciones. Estos han sido sistemáticamente ignorados por los medios de comunicación tradicionales que solo muestran la destrucción a la propiedad privada", explican en otro texto de 2013.
En este sentido, algunos integrantes de la causa anarquista asumen que la violencia implica "causar daño a otro ser viviente", por lo cual, "destruir objetos inánimes no es considerado un acto violento por los participantes".
Atentados con sello anarquista
Así, aunque los actos de grupos anarquistas se han incrementado en fechas recientes, no es un fenómeno nuevo, ya que desde 2008 han realizado una serie de acciones y atentados contra instalaciones públicas y privadas.
De acuerdo con un documento emitido por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (lo que es el actual Centro Nacional de Inteligencia) en 2017, titulado 'Acciones de grupos autodenominados anarquistas, insurreccionalistas, eco extremistas y/o eco terroristas', el Gobierno federal ha identificado actos violentos de 50 grupos anarquistas.
En este sentido, el otrora CISEN documentó 306 acciones cometidas por 74 organizaciones entre el 26 de marzo de 2008 y julio de 2016, de las cuales, 220 han sido ejecutadas por grupos anarquistas y ecoanarquistas insurrecionalistas.
Entre los grupos con más atentados destacan el Frente de Liberación de la Tierra, con participación en 52 acciones directas violentas, y el Frente de Liberación Animal, con 44. En los últimos años ambos han incrementado los atentados con explosivos y otros materiales contra bancos, restaurantes, tiendas y oficinas de gobierno.
En el documento de Inteligencia también aparecen las Células Autónomas de Revolución Inmediata Práxedis G Guerrero, con 32 actos; la Federación Anarquista Informal, con 30, y la Conspiración de las Células de Fuego, con 12, entre otras.
El CISEN identifica además a otros grupos anarquistas en el país, tales como la Acampanada Revolución, Bloque Anarko Sur, Bloque Anarko Norte, Bloque Autónomo Libertario Xalapa, Bloque Negro Aguascalientes, Bloque Negro Anarquista, Casa en Movimiento Chanti Ollin, Centro Social Okupado Casa Naranja, Colectivo Autónomo Magonista, Coordinadora Estudiantil Anarquista, Cruz Negra Anarquista, Federación Anarquista de México, Frente Oriente, Miserables Libertarios, OkupaChe y Reacción Salvaje.
Asimismo, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México establece también a otro grupo, Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS), al que señalan como uno de los más peligrosos debido a que "por su ideología de atacar directamente a las personas, su estrategia se basa en enviar sobres bombas a personas claves en el ramo de la investigación científica".
López Obrador: "Los voy a acusar con sus mamás"
Al ser cuestionado sobre los actos de grupos encapuchados durante las manifestaciones, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, levantó polémica al mandar un mensaje a los jóvenes subversivos.
"¿Qué le diría yo a los que se tapan la cara y se encapuchan y hacen estos actos? Que tengan cuidado porque en una de esas los voy a acusar con sus mamás, con sus papás, con sus abuelos, porque estoy seguro que los abuelos, las mamás, los papás, no están de acuerdo", dijo en la conferencia matutina del 2 de octubre.
Sin embargo, reconoció que el Gobierno de México realiza labores de Inteligencia para detectar e identificar a las personas que integran dichos grupos.
"Nosotros ya no hacemos espionaje, sólo Inteligencia. Ya se suprimió todo el espionaje político. Sólo se investiga cuando se trata de violencia", aseguró el mandatario.
Tras los hechos del 2 de octubre, el presidente felicitó a las personas que participaron en el "cinturón de paz" para contener los actos violentos.
Mientras la opinión pública en México debate en redes sobre la manera en que debería intervenir el gobierno para contener los actos violentos de grupos anarquistas, el crecimiento de estas organizaciones en la última década hace suponer que en las próximas manifestaciones los encapuchados volverán a acaparar los reflectores mediáticos.
Manuel Hernández Borbolla
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