Los miembros del Proyecto Arqueológico Sechín, ubicado en el valle de Casma (Áncash, Perú) descubrieron los restos de un perro enterrado en el edificio principal del lugar hace más de 1.000 años y publicaron información sobre ese hallazgo en su perfil oficial de Facebook el pasado 4 de octubre.
Estos especialistas estiman "increíble" que ese 'Canis lupus familiaris' —cuya raza y edad están por determinar— se encontrara en "buen estado", como demuestra su pelaje "amarillo y marrón"; de hecho, conserva hasta las almohadillas de sus patas, explicó a la agencia Andina la arqueóloga Mónica Suárez, directora de esta iniciativa.
El hallazgo "está asociado al período tardío de ocupación de Sechín" —unos 1.000 años después de Cristo— y el cuadrúpedo, que entregarán al Ministerio de Cultura de Perú, podría ser de "una raza nativa de la época precolombina" que se instaló en ese templo, precisó esta experta.
Suárez detalló que las excavaciones de este proyecto arqueológico se encuentran en la mitad de su primera fase, sus 20 integrantes tomarán "un descanso" en noviembre y, después, empezarán la segunda etapa de los trabajos.
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