El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rechazó este lunes la posibilidad de que el petróleo hallado en más de un centenar de playas al norte del país sudamericano sea de origen local, y aventuró que la sustancia podría provenir de naufragio extranjero, una fuga accidental o de la actividad criminal.
Según indican medios locales, tras finalizar una reunión de ministros, Bolsonaro afirmó que los estudios realizados demostraron que el derrame no es "propiedad" de Brasil, y aseguró que continúan con las investigaciones para detectar su procedencia.
"Tenemos en el radar un país que puede ser de origen petrolero y todavía estamos trabajando lo mejor que podemos, no solo para satisfacer a la sociedad sino también para colaborar en el tema ambiental", agregó el presidente, quien ha sido fuertemente cuestionado por su deficiente desempeño en el combate al fuego en la Amazonía brasileña y sus políticas públicas en detrimento del medio ambiente.
El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, anunció este lunes a través de Twitter que —desde hace un mes—, las autoridades han retirado más de 100 toneladas de petróleo en las costas de 42 municipios ubicados al norte del 'gigante' de Sudamérica.
Los datos surgen luego un pedido urgente de Bolsonaro, quien solicitó a las cúpulas de la Marina, la Policía y el Ministerio de Defensa, junto a las autoridades ambientales, la entrega de un informe donde se explicaran las medidas tomadas para identificar las causas del daño ambiental.
A finales de septiembre, el Instituto Brasileño de Medioambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) emitió un comunicado oficial para informar que los análisis realizados por la petrolera estatal Petrobras y la Marina no identificaron las manchas halladas como de "origen brasileño". No obstante, aseguraron que provenían de una misma fuente.
Petrobras, por su lado, afirmó que el crudo encontrado no es procesado por la compañía.