Para los habitantes de la antigua ciudad de Hasankeyf (Batman, Turquía) ha finalizado el plazo establecido por el Gobierno turco para que evacuen la localidad, antes de que comience a subir el nivel del agua en la represa y central hidroeléctrica de Ilisu.
Se cree que Hasankeyf, que se encuentra junto al río Tigris, es uno de los lugares habitados más antiguos del mundo y data de hace 12.000 años. En su área se encuentran cuevas que se remontan al Neolítico, y romanos, bizantinos, mongoles, árabes, así como otomanos, han dejado su huella en esa ciudad.
A unos 80 kilómetros al sur de ese antiguo asentamiento se construyó la represa de Ilisu, y el Gobierno había puesto como fecha límite para su evacuación el 8 de octubre. La presa tiene una altura de 135 metros y su longitud supera los 1,8 kilómetros. La central hidroeléctrica está equipada con seis turbinas con capacidad para generar un total de 1.200 megavatios de electricidad, lo que la convierte en la cuarta más grande de Turquía en términos de producción energética.
Los estudios preliminares de ese proyecto se iniciaron en la década de 1950, pero la primera piedra apenas se colocó en el 2006. Los principales trabajos de la infraestructura finalizaron en el 2018, varios años después de lo previsto. Finalmente la represa comenzó a llenarse en julio pasado, y varias aldeas que se encuentran dentro del área de alcance del embalse ya han sido desalojadas y están parcialmente sumergidas.
Hasankeyf cuenta con una población de aproximadamente 3.000 personas, y el Gobierno ha construido una nueva ciudad para reubicar a los desplazados. La nueva localidad cuenta con un hospital, escuelas y edificios gubernamentales, así como parques. En un intento por atraer turistas, hasta allá han sido trasladadas varias estructuras históricas de la antigua urbe.
Quejas
Aunque las casas en la nueva localidad externamente se ven impecables, sus residentes denuncian que las edificaciones han sido construidas con materiales de baja calidad y sufren de escasez de agua. Además, lamentan que al ser desalojados han perdido sus medios de subsistencia: el turismo, la agricultura y la ganadería.
Pero además de Hasankeyf, casi 200 asentamientos más quedarían bajo el agua completa o parcialmente una vez que la represa esté llena, provocando el desplazamiento de 78.000 personas en total. Asimismo, existe el riesgo que se genere una escasez agua en Irak, dado que el río Tigris también atraviesa territorio iraquí.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!