A diez años de la nueva Constitución, ¿cuán plurinacional es el Estado boliviano?

Tras la Asamblea Constituyente de 2006, el 7 de febrero de 2009 entró en vigencia la nueva Constitución Política del Estado de Bolivia que reconoce que el Estado es "Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario".

Imagínate vivir en un territorio en el que eres el más antiguo pero en el cual —a la vez— no apareces reflejado en nada: ni en los rostros de quienes te gobiernan, ni en las normas o legislaciones ni en los modos de organización. Es más: imagina que el modo de funcionar (en lo económico, en lo productivo, en lo político o en lo institucional) de tu comunidad no parece tener ningún valor dentro el país del que se supone que sois parte. Eso pasaba en Bolivia desde la conquista hasta la Asamblea Constituyente de 2006. Desde la promulgación de la nueva Constitución (2009), el país pasó a ser 'plurinacional', es decir, reconoce que existen muchas naciones en una. ¿Qué cambió desde entonces?

"Se han incorporado a la vida política. Antes eran más que invisibles: eran inexistentes, solo servían a la hora utilitaria del voto", explicó a RT el periodista Julio Peñaloza Bretel. También describió que ahora accedieron a derechos que antes no tenían. "Tenemos varias naciones y pueblos dentro de una gran nación", describió. 

Sin embargo, opinó que todavía hay algunas limitaciones de alcance: "No quiere decir que haya construido un estado plurinacional en el sentido más vigoroso y cualitativo. Bolivia sigue siendo un país muy andino-centrista, muy occidental y muy centralista", opinó. Por ello, prefiere llamarlo 'estado plurinacional en construcción'.

Según él, va a demandar mucho tiempo e irá avanzando "en la medida en que los propios indígenas se hagan dueños de sus propios destinos, vayan ganando elecciones, vaya entrando en las áreas de decisión estatal".

Las bases

En la Constitución —debatida en 2006 y vigente desde 2009— se establece: "Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre determinación de los pueblos".

El último censo disponible en Bolivia muestra que 2,8 millones de personas indicaron que 'pertenecen a un pueblo o nación indígena'. Algo así como un 40,6%. Hay incluso quienes sostienen que son más de la mitad. Los pueblos principales son los aymaras y quechuas (en La Paz, Cochabamba, Potosí, Chuquisaca) y los guaraníes (en oriente, principalmente Santa Cruz y Tarija). Para Peñaloza todavía falta empoderamiento ciudadano e inclusión

En concreto, lo plurinacional se manifiesta en varias instituciones. Un ejemplo es la legitimación de los mecanismos de 'justicia comunitaria' que hoy en día coexisten con la justicia ordinaria, gracias a la Constitución. Es decir, que en determinadas zonas rurales y para la resolución de determinados conflictos (no los más graves como asesinato), se respetan las formas de la justicia originaria indígena campesina: normas, procedimientos y autoridades definidas por tradición de los pueblos

En el artículo 193, la Constitución especifica que "toda autoridad pública o persona acatará las decisiones de la jurisdicción indígena originaria campesina" y que el estado "promoverá y fortalecerá el sistema administrativo de la justicia indígena originaria campesina". 

Es decir, que se combina la lógica estatal dominante con la lógica de los pueblos preexistentes. 

Otra de las instituciones vigentes es la forma de votación. Según el artículo 2 de la Constitución, "dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales". Y eso está reglado en la ley 26, del Régimen Electoral.

Esa misma norma reconoce cinco tipo de democracias a la vez: la intercultural, directa y participativa, representativa, comunitaria y de equivalencia de condiciones (es decir, la equidad de género). 

Así, la Democracia Comunitaria se ejerce mediante el autogobierno según 'normas y procedimientos propios de elección, designación o nominación de autoridades y representante'. Pero se trata –también– de un proceso que el Órgano Electoral Plurinacional de Bolivia va monitoreando.

Además, Bolivia cuenta con una ley muy dura en contra del racismo. "Antes, podían decirle a un aymara 'indio de mierda', patearlo, dejarlo en el piso. Ahora, con solo decirle, la persona puede ir presa", recopiló Peñaloza. "Antes era un nadie, un ciudadano de tercera", concluyó.

Las limitaciones

Para demostrar algo del camino que queda por recorrer, Peñaloza pone como ejemplo el problema que hubo ante la construcción de un tramo de carretera que pasaba por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), la reserva ecológica en la que viven unos 50.000 indígenas. "Ahí hubo un problema de concepto. No se apeló al criterio plurinacional de preguntarles desde abajo para decidir sino que se tomó una decisión cupular y se decidió unilateralmente la construcción", recordó Peñaloza. 

Los pueblos indígenas de la zona se rebelaron y se opusieron a un proyecto que era clave para conectar Beni y Cochabamba. "No hubo una consulta 'previa libre e informada', no se preguntó a los lugareños ancestrales del territorio si querían, como sí se ha hecho en otras zonas hidrocarburíferas, por ejemplo", consideró. 

Las consecuencias

"Más del 52% de la población en Bolivia se ha mantenido con características propias (ahora se les  llama indígenas), eran pueblos quechuas, aymaras, guaraníes", dijo a RT Lucila Julia Choque, del Observatorio de Paridad Democrática. Además, recuerda que antes de la Asamblea eran habitantes que no participaban en la vida pública. "No significa que no fueran parte de la política pero no estaban en espacios de decisión del Estado", opinó. Para ella, al salir del neoliberalismo emergió un "nuevo rostro" en la vida pública. Y, entre ellos, agrega, aparecieron también las mujeres como sujeto político. 

Para Nina Uma, cantante y reina del hip hop aymara, antes de la Asamblea, la discriminación era extrema: "La situación en mi país era terriblemente racista. Y los que llegaban del campo a la ciudad criticaban a sus amigos que todavía no habían llegado... 'yo ya soy gente', decían, y separaban a los otros, volvían a replicar esa discriminación", dijo a este medio. En ese sentido, reconoce lo logrado. Pero también encuentra algunos límites: "Lo de lo plurinacional es un campo muy complejo porque muchos no terminan de entender y dicen: 'Yo soy boliviano, qué plurinacional'".

También recordó que durante la conquista, los españoles fundaron la Iglesia de San Francisco (llama la atención en el centro de La Paz) y había un río (ahora embovedado) que dividía la ciudad. De un lado, estaban 'los blancos'. Del otro, 'los indios'. "Las ciudades fueron creciendo y los indios se tuvieron que ir corriendo. ¿Quiénes tenían todos los derechos de ciudadanía? Los citadinos, los del lado 'blanco colonial'. Incluso en ese entonces se discutía si éramos personas, si teníamos o no alma. No era algo reconocido. Estaban en duda porque no éramos tan oscuros como los afro pero tampoco tan blancos como ellos. Eso se ha transmitido y naturalizado", consideró. 

Peñaloza lo resume así: "Ha cambiado mucho la actitud del indígena. Antes, era cambiarse de apellido para el mundo blanco. Hoy en día apellidar Mamani o Quispe es motivo de orgullo. Ahora la chola paceña con el sombrero y la gran pollera (la madre simbólica de la nación) es una mujer muy orgullosa de lo que es, conduce programas de TV, dirige oficinas públicas. Hay un altísimo nivel de inclusión social: se ha logrado en 13 años lo que no se logró en la historia republicana de Bolivia, que comienza en 1825".

Julia Muriel Dominzain

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