Este viernes, se vive una nueva jornada de protestas en Quito, Ecuador, contra las medidas económicas, y ahora la represión policial y militar, del gobierno de Lenín Moreno.
Los manifestantes, que son miles, convocados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), se habían concentrado alrededor del edificio de la Asamblea Nacional (Parlamento), tras romper el cerco de seguridad.
De manera pacífica permanecían en el lugar, algunos coreaban "¡queremos paz, queremos paz!", con las manos en alto, banderas y hojas de ecualipto, cuando, repentinamente, la policía comenzó a lanzar, de forma excesiva, gases lacrimógenos, que obligó a los manifestantes a correr hasta el parque El Arbolito, donde se han concentrado estos días.
En el lugar había mujeres y niños. Las féminas cantaban: "¡Somos mujeres, no somos delincuentes!", frente a los uniformados en las cercanías del Parlamento, a quienes les decían: "ustedes también son pueblo".
Los manifestantes, sentados en la zona, incluso, compartían con los uniformados parte de sus provisiones.
Luego, en medio de la cruenta represión, los gritos cambiaron a "¡asesinos!" y "¡el pueblo, unido, jamás será vencido!". Los manifestantes decidieron responder con piedras, palos y otros objetos a su alcance contra las fuerzas de seguridad.
Algunos manifestantes denuncian que las bombas lacrimógenas que han recibido están caducadas desde 2014. El humo ha sido tanto, que por momentos quedaba totalmente blanca el área.
Entre ellos, uno gritó: "Están disparando a la cara, me dieron un perdigón en la cara". Minutos después se observó el ingreso de socorristas a la zona en conflicto.
¿Y el diálogo?
La represión comenzó apenas minutos después que el presidente Moreno hiciera un llamado al diálogo, a través de una escueta cadena nacional de radio y televisión.
La CONAIE denunció la represión e ironizó: "Ese es el diálogo que propone el Gobierno de Lenín Moreno".
Organizaciones como la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) y la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH), cuyos colaboradores han permanecido en el lugar de las protestas, condenaron estos ataques de las fuerzas de seguridad a los manifestantes.
Mientras la represión seguía, INREDH anunció que entregó ante la Justicia medidas cautelares contra el uso de armas letales en el marco de las protestas sociales.
Enfrentamientos previos
Más temprano se habían registrado enfrentamientos alrededor del Parlamento y cerca del Hospital de Especialidades Eugenio Espejo, un grupo de manifestantes se enfrentó a las fuerzas de seguridad.
Una de las manifestantes gritó: "Ojalá que hayan filmado (grabado), porque ellos (policías) comenzaron con las bombas, con los disparos". Mientras, el resto mantuvo la consigna: "¡Fuera Moreno, fuera!".
En medio de los enfrentamientos, la policía capturó a varios de los manifestantes. Mientras, pidieron al resto de los participantes de la protesta retirarse del lugar, por la corta distancia con el centro de salud.
Se registraron algunos heridos, que fueron trasladados justo al Hospital Eugenio Espejo, por los socorristas voluntarios que se encuentran en la zona.
En un momento, ambos bandos quedaron a pocos metros de distancia y el enfrentamiento paró.
Una de las manifestantes subió a un lugar alto, tomó la palabra y aconsejó a los descontentos: "resolvamos las cosas pacíficamente, no tiren piedras, no tiren palos, por favor, mantengamos la calma".
Movilización pacífica
Previo, la movilización indígena, liderada por la CONAIE, transcurrió de manera pacífica por las avenidas 6 de Diciembre, Patria y 12 de Octubre de la capital.
La protesta indígena fue reforzada con otros cientos de personas, que llegaron a Quito, desde la noche de este jueves, provenientes de la Amazonía.
El presidente de la CONAIE ha denunciado fuerte represión y mostró algunos de los elementos usados por la policía contra los manifestantes, entre ellos granadas.
CONAIE de luto
En la víspera, la CONAIE decretó un día de luto, tras la muerte de Inocencio Tucumbi dirigente de la organización en la provincia de Cotopaxi y el líder comunal de Yanahurco, José Rodrigo Chaluisa.
Las protestas se iniciaron hace nueve días, tras la aprobación de una serie de medidas, conocidas como 'paquetazo', que incluyen el aumento del precio de los combustibles (hasta 123 % en el caso del diésel), además modificaciones en aspectos laborales y tributarios.
Este jueves se vivió el momento más tenso entre el movimiento indígena y el Gobierno, cuando los manifestantes decidieron retener, por varias horas a un grupo de ocho policías, mientras realizaban una asamblea popular en la Casa de la Cultura, donde velaron a uno de los indígenas caídos en la protesta del pasado miércoles.
Una vez culminado el velatorio, el movimiento indígena entregó a los retenidos, mediante la intervención de representantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el país y la Defensoría del Pueblo.
En los nueve días que ha durado la protesta, las autoridades han denunciado daños a edificaciones públicas y privadas, en especial en el Centro Histórico de Quito.
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