El rey Salmán y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, aprobaron el despliegue de tropas y equipos estadounidenses adicionales para reforzar la defensa de su país, informó este sábado la agencia estatal de noticias SPA. El actual contingente norteamericano en ese reino será reforzado con 3.000 efectivos y material bélico de diversa índole.
El Pentágono anunció esta semana que por solicitud del Mando Central de EE.UU., el secretario de Defensa, Mark Esper, autorizó el nuevo despliegue de fuerzas, lo que incluye dos escuadrones de cazas, un ala aérea expedicionaria, dos baterías de sistema antiaéreo Patriot y un sistema antimisiles THAAD.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo a su vez que Riad correrá con los gastos que suponga el envío de tropas y pertrechos estadounidenses a Arabia Saudita.
Ataque a refinerías sauditas
Los planes de aumentar la presencia militar estadounidense en Arabia Saudita fueron anunciados por Washington el mes pasado, luego de que un grupo de drones lanzara el 14 de septiembre un ataque contra dos refinerías de petróleo de la compañía Saudi Aramco, ubicadas al este del país.
De acuerdo con Mark Esper, con estos planes, además de reforzar la defensa del reino, se busca disuadir a Irán, país al que Washington acusa de estar detrás de los ataques. Aunque la acción fue reivindicada por las fuerzas rebeldes hutíes de Yemen, Washington insiste en que Teherán está detrás de tales hechos. Las autoridades iraníes lo niegan y tachan las acusaciones de "mentiras absolutas".
La agencia saudita detalló que Riad recibirá el refuerzo militar "como parte de un trabajo conjunto" con EE.UU. para "salvaguardar la seguridad regional y contrarrestar cualquier intento de amenazar la estabilidad regional y la economía global".