El lago escocés Loch Vaa en Cairngorms (Escocia) ha alcanzado este año su nivel mínimo de agua en los últimos 750 años, lo que ha permitido a un grupo de arqueólogos encontrar justo debajo de la superficie del agua piezas de madera del siglo XIII que hasta ahora habían permanecido sumergidas.
El equipo arqueológico, que estudió el pasado mes de mayo el 'crannog' del lago, una antigua isla artificial muy común en los lagos de Escocia, tomó muestras con radiocarbono de maderas encontradas a pocos centímetros bajo el agua, informa The Independent, que se hace eco del hallazgo.
El doctor Michael Stratigos, del Centro de Investigación Ambiental de las Universidades Escocesas, asegura que estos descensos de nivel son extremadamente raros, ya que, de lo contrario, la madera simplemente no habría sobrevivido.
"La datación por radiocarbono que hicimos en mayo procedía de una madera que estaba a unos 15 centímetros debajo del nivel del agua", lo que indica —asegura Stratigos— que "en algún momento de los últimos 750 años el nivel había caído tal vez hasta ese punto, pero no más bajo".
La causa del drenaje del lago no está clara. Pese a no tener entradas o salidas importantes de agua, en mayo de este año los niveles de agua ya habían caído 1,4 metros respecto a septiembre del 2018. Actualmente, el nivel ha vuelto a su normalidad.
La Agencia Escocesa de Protección del Medio Ambiente sugirió que el lago había sufrido pérdidas de agua debido a que el último invierno fue bastante seco, circunstancia derivada de la gran ola de calor que tuvo lugar el verano del año pasado, que trajo consigo sequía generalizada, prohibiciones de mangueras, malas cosechas y una serie de incendios forestales.
"La arqueología de los humedales, en particular los 'crannogs' en Escocia, es muy sensible al cambio climático", añade Stratigos.
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