Cerca de 2.000 casos de enfermedades de pulmón están siendo investigados en Estados Unidos por su posible relación con los cigarrillos electrónicos. La mayoría de los afectados son menores de 25 años. En los últimos meses, 33 personas han fallecido oficialmente en el país norteamericano por esta causa.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. comenzó una investigación criminal para comprender qué componentes o dispositivos concretos provocan estos problemas de salud. Sospechan ante todo del THC, un compuesto del cannabis, y de diversos productos vendidos en el mercado negro.
"Vimos que el vapeo era un problema crecientedentro de la comunidad adolescente y realmente estaba impactando en la vida de muchas personas", dice Kamal Mazhar, cofundador del grupo Adolescentes contra el vapeo. Cita ejemplos: a algunos, "cuando hacían deporte, les costaba respirar al poco tiempo" o, si estaban en clase, "les suponía un esfuerzo no tomar nicotina", lo que los obligaba a abandonar el aula para poder fumar.
El pequeño tamaño del dispositivo, el buen sabor y la ausencia de olor a diferencia del tabaco convencional, han contribuido al rápido aumento de esta práctica entre los más jóvenes sin que padres o profesores la detectasen. La moda se ha propagado hasta un punto en que uno de cada cuatro menores estadounidenses de entre 12 y 17 años ha fumado cigarrillos electrónicos recientemente.
"Cuando las personas comenzaron a fumar cigarrillos por primera vez, pensaron que era perfectamente saludable, que no había nada de malo, pero luego descubrieron que era terrible", afirma otro cofundador del grupo, Ryan Vandervate, quien agrega que lo mismo podría suceder con el vapeo. "En este momento consideran que es una mejor alternativa, pero realmente en un par de años descubriremos si en realidad es mucho peor".
Gente joven, pulmones viejos
Se estima que más de 500 personas en el país han desarrollado enfermedades pulmonares por vapear y la cifra va en aumento. En el centro de detección de envenenamientos de Maryland nos cuentan que en un principio les costaba atar cabos a la hora de detectar el origen del extraño brote de enfermedades respiratorias. La edad de los afectados fue clave: dos tercios eran menores de 34 años. Hay casos de adolescentes con pulmones en un estado similar a los de una persona de 70.
Para combatir esta tendencia, hay cada vez más estados que aprueban leyes que restringen la compra y el uso de cigarrillos electrónicos. Una ola normativa que ha puesto en guardia a los casi 14 millones de consumidores de estos productos, la mayoría exadictos al tabaco.
Una solución menos nociva para los adictos al tabaco para unos y peligrosa iniciación adolescente a las adicciones para otros, el vapeador se convierte en una de las controversias de la sociedad estadounidense. Prohibirlo podría costarle caro al presidente, mientras que millones de los consumidores de este producto viven en los estados clave para su reelección. Por lo tanto, un problema de salud pública, educativo y económico es también político.
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