El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo estar dispuesto a comparecer ante las autoridades tras los hechos de violencia registrados el jueves 17 de octubre en Culiacán, estado de Sinaloa, que se saldaron con la liberación del hijo del 'Chapo', el también capo Ovidio Guzmán.
Las declaraciones del mandatario se producen luego de que integrantes de la oposición, principalmente dirigentes del conservador PAN, señalaran que denunciarían a López Obrador ante la Fiscalía para investigar los sucedido.
"Estoy dispuesto a comparecer porque se dio a conocer que van a presentar o ya presentaron una denuncia en contra mía los presidentes del PAN, los que son partidarios del uso de la fuerza y que con su estrategia convirtieron al país en un cementerio", dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina de este lunes 21 de octubre.
"Me gustaría comparecer ante la autoridad para exponer mis razones de por qué no a la violencia", agregó López Obrador, quien defendió su decisión de impedir un número mayor de muertes tras los enfrentamientos registrados entre fuerzas federales y el Cártel de Sinaloa.
A través de su cuenta de Twitter, el líder nacional del PAN, Marko Cortés, aseguró que su partido presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República en contra del presidente y el gabinete de seguridad, por la liberación de Ovidio Guzmán.
En respuesta, el presidente López Obrador señaló que "en todos los casos se tiene que castigar y detener a presuntos delincuentes pero lo más importante es cuidar la vida de las personas", y arremetió contra quienes previamente impulsaron la estrategia de seguridad, en alusión a sus opositores de derecha.
De acuerdo con una encuesta del periódico Reforma, la población mexicana se encuentra dividida entre quienes consideran que el Gobierno de López Obrador actuó bien al proteger a la población civil y quienes consideran que liberar a Ovidio Guzmán fue un error. De acuerdo con la encuesta telefónica, 49 % de los mexicanos estaba en desacuerdo con la liberación del capo mientras 45 % se pronunció a favor.
Sobre las versiones que circulan sobre el operativo
Durante la conferencia matutina, un periodista preguntó a López Obrador sobre las versiones de una supuesta traición al interior del Gobierno federal, la intervención de la DEA en el operativo (la agencia antidrogas estadounidense) o las versiones de que Ovidio Guzmán se encontraba comiendo mariscos en una carretera al momento en que fue interceptado por fuerzas federales. El mandatario negó todas estas informaciones.
"Nada de lo que usted está planteando es de mi conocimiento", respondió López Obrador.
"No me gusta la especulación, no hago conjeturas. Yo procuro tener información de primera y la tengo. No permito que nadie me manipule. No me comparen, porque eso sí calienta. No es de que hacen las cosas y yo no me entero o yo delego funciones y usted haga lo que quiera. No. El presidente de México tiene información y sabe muy bien lo que está sucediendo", apuntó.
Cuando se le cuestionó si se había tendido una trampa a su Gobierno, López Obrador pidió diferenciar "cuál información tiene un propósito político-electoral" y arremetió contra lo que consideró una campaña mediática de sus opositores tras las múltiples versiones que su administración ofreció sobre los hechos ocurridos en Culiacán.
"Si fuera esa la intención, aceptando sin conceder, nos hicieron lo que el viento a Juárez. Punto", afirmó.
López Obrador reiteró que la decisión de liberar al capo fue tomada por el gabinete de seguridad y respaldada por él mismo, luego de las amenazas que existían cuando los narcotraficantes atacaron instalaciones donde vivían familias de militares.