La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de EE.UU., extendió por 90 días la licencia que permite a la petrolera estadounidense Chevron Corporation seguir sus operaciones en Venezuela.
Las otras empresas beneficiadas con la medida son Halliburton, Schlumberger, Baker y Weatherford. La nueva licencia durará hasta hasta el 22 de enero de 2020.
En varias oportunidades, Chevron le ha solicitado a EE.UU. que reduzca las sanciones contra Venezuela para poder continuar con sus negocios petroleros en el país suramericano, que posee la mayor reserva de crudo del mundo.
No obstante, Washington aclaró que la licencia no autoriza transacciones relacionadas con envíos de diluyentes, que Venezuela utiliza para procesar su petróleo pesado para el consumo.
Paralización de exportaciones
Desde enero de este año, luego de reconocer al diputado opositor Juan Guaidó como máxima autoridad de Caracas, EE.UU. aumentó las presiones contra la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), en su estrategia por intentar forzar la salida del presidente, Nicolás Maduro.
Las sanciones del gobierno de Trump en contra de Pdvsa no le impiden a Chevron operar en Venezuela, pero sí conducen a la paralización de las exportaciones petroleras hacia EE.UU., afectando así una parte esencial de su modelo de negocio.
De hecho, en el segundo trimestre de 2019, la producción petrolera de Chevron en Venezuela se ubicó en unos 34.000 barriles diarios, una caída de unos 8.000 barriles, en comparación con las cifras de 2018.
Chevron funciona en Venezuela en la Faja Petrolífera del Orinoco como una empresa mixta denominada Petropiar, de la que posee 30 % de las acciones; el resto es propiedad del Estado.