Los cantos de apareamiento de los machos del campanero blanco (Procnias albus) son el sonido más potente producido por ave alguna, aseveran el estadounidense Jeffrey Podos y el brasileño Mario Cohn-Haft en un estudio publicado este lunes en la revista Current Biology.
Al observar esos animales endémicos del norte de América del Sur, registraron dos tipos de canto o graznido, el primero de los cuales alcanza una intensidad de 117 decibelios (db), mientras el segundo llega a los 125 db.
De este modo, y con apenas unos 250 gramos de peso, esos pájaros son más ruidosos que cualquier otro representante de su clase, e incluso superan en este aspecto a mamíferos tales como los monos aulladores y los bisontes.
Dañino pero atractivo
Graznidos de tanta intensidad deberían dañar el oído de las hembras a distancias menores de cuatro metros, pero esto no les impide aproximarse aún más cerca, indican los investigadores.
"Mientras observábamos los campaneros blancos, tuvimos la suerte de ver las hembras unirse a los machos", cita a Podos un informe difundido por la revista.
"En estos casos, vimos que los machos entonan solo sus cantos más ruidosos. […] Se contorsionan y giran considerablemente durante estos rituales para hacer sonar la nota final […] directamente sobre las hembras", agrega.
Al mismo tiempo, los ornitólogos descubrieron que los especímenes que gritan a la máxima intensidad no pueden mantener la duración de ese llamado tan extensamente como sus semejantes más silenciosos, lo que restringiría el desarrollo ulterior de esa capacidad.
"La amplitud máxima incide negativamente en la duración, tanto en lo que respecta al tipo de canto como en las interpretaciones individuales […] del canto Tipo 2. […] Esta restricción podría presumiblemente limitar una mayor elaboración evolutiva en amplitud, incluso ante una selección sexual fuerte y persistente", indican los autores.
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