El presidente de Israel, Reuven Rivlin, ha encargado a Benny Gantz que forme un Gobierno, después de que el todavía primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no logró formar un Ejecutivo tras casi cuatro semanas. Gantz tiene 28 días para cumplir su objetivo, tras los cuales deberá informar a Rivlin del éxito o fracaso de su gestión, aunque podría extender ese plazo otros 14 días si lo necesita.
El rival político de Netanyahu, quien fue jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas de Defensa de Israel, es conocido como una persona tranquila y moderada. El exmilitar se convirtió en uno de los candidatos principales para la jefatura de Gobierno menos de un año después de que arrancara su carrera política.
"Nadie sabe qué tipo de político va a ser", ya que la "campaña no lo ha revelado ni tampoco Gantz ha gozado de este tipo de atención antes", según comenta Anshel Pfeffer, columnista de Haaretz y biógrafo de Netanyahu.
Para el equipo político de Gantz, la ausencia de un historial político de su líder ha sido una ventaja que le permite presentarse como un general veterano y una alternativa centrista a la centroderecha de Netanyahu sin dar más detalles, indica The Washington Post.
La perspectiva de que Gantz alcance el poder es todavía incierta: se enfrenta al mismo Knéset (Parlamento) divido que ha dejado encallado a Netanyahu. Ahora es el turno de Gantz de hacerse con el apoyo de 61 legisladores en no más de 28 días. Si su esfuerzo fracasa, Israel convocará elecciones nacionales por tercera vez en un año.
Si Gantz tiene éxito, arrebatará el poder al líder más duradero de Israel.
Su carrera militar de casi cuatro décadas de duración ha puesto a Gantz en la mitad de algunos de los eventos clave en la historia del país hebreo: Gantz encabezó una unidad terrestre durante la evacuación de 14.000 judíos de Etiopía en 1991, estuvo al mando de las tropas en el sur del Líbano durante su retirada del país en 2000 y estaba encargado de la seguridad en la Franja de Gaza durante la ola de violencia conocida como la Segunda Intifada.
La personalidad de Gantz incluso ha conseguido romper una tradición en la política del país de casi tres décadas: una alianza de partidos árabes recomendaron a este candidato en consultas con el presidente Rivlin el pasado domingo.
El estilo reflexivo y prudente del teniente general le ha resultado beneficioso en su carrera política también: ha logrado atraer a la fragmentada y conflictiva centroizquierda del espectro político israelí a su alianza Kahól Laván (Azul y Blanco), que levemente superó al partido Likud de Netanyahu en los comicios del mes pasado.