Autoridades judiciales de Brasil adelantan una amplia investigación en torno a Roney Schelb, quien presuntamente sometió y convirtió en esclavas sexuales a cuando menos 240 mujeres de 11 estados del país, a las que por chantaje obligó a mandarle fotos y videos en los que mantuvieran relaciones sexuales, incluso con animales, informa esta semana G1.
El pasado 11 de octubre, el hombre fue detenido bajo sospecha de perpetrar tales delitos con respecto a unas 100 mujeres, pero durante la pesquisa el número de sus presuntas víctimas ya ha alcanzado las 240 y los investigadores opinan que la cifra puede seguir creciendo. La investigación se inició por denuncia de una de ellas.
Se informa que Schelb, de 32 años, ubicaba a sus víctimas a través de las redes sociales, donde creó al menos cinco cuentas falsas. Les prometía a las mujeres pagarles entre 4.000 y 10.000 reales brasileños (de 980 a 2.450 dólares estadounidenses) por sus fotos y videos íntimos.
Luego les enviaba facturas falsas y, al recibir las grabaciones, empezaba a chantajearlas para que le mandaran más archivos en los que se mostraran teniendo sexo con otras personas y hasta animales. En caso contrario, amenazaba con revelar las imágenes a sus familias, amigos y colegas. De esta manera, según confesó una de las mujeres, Schelb exigía que le enviaran hasta 20 fotos y videos por día.
Violaciones y contratos sexuales
Además, a algunas de sus víctimas las hizo acudir a su encuentro y las violó. A otras las llevó a firmar un 'contrato' parecido al que aparece en los libros y películas de la serie "Cincuenta sombras de Grey". En esos 'documentos', ellas se comprometían a permitir que Schelb las golpeara e hiciera lo que quisiera.
Los contratos en cuestión, así como la información sobre las mujeres –ocho de las cuales son menores–, fueron encontrados en la vivienda del agresor, en la Región Metropolitana de Belo Horizonte, estado de Minas Gerais.
La información preliminar sostenía que Schelb pertenece al movimiento religioso Renovación Carismática Católica, en el municipio de Muriaé, pero posteriormente esa institución lo desmintió. Presuntamente, utilizó el dato para forjar una de sus falsas identidades en las redes sociales.
Entre tanto, el propio sospechoso niega toda culpabilidad de violación sexual. "Cuando ustedes hablan de violación, imaginan actos de violencia o algo así. Nunca hice nada de eso, soy inocente", afirmó.