El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prohibió este martes a funcionarios y servidores públicos participar en "asuntos partidistas" o tendrán que "renunciar al cargo".
En una misiva dirigida a todos los integrantes del Gobierno de México, el mandatario añadió que también "está prohibido utilizar bienes, imágenes, programas sociales o cualquier otro recurso público" para apoyar a candidaturas políticas, e insistió que el dinero del Estado debe destinarse "al beneficio de los ciudadanos".
"No es congruente, moral ni legal mantener estas deleznables prácticas políticas. Nada de partido de Estado", reivindicó el mandatario, tras recordar que el fraude electoral "ya está tipificado en la Constitución como delito grave".
Esta instrucción se da en medio de un convulso proceso interno del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que elegirá al próximo presidente del partido a finales de noviembre. Este espacio político, fundado por López Obrador, fue el que lo llevó a la primera magistratura.
La presidenta interina del partido, Yeidckol Polevnsky, alertó sobre presuntas irregulares en el padrón de militantes del partido, y denunció la aparente intervención de delegados estatales del Gobierno federal en el proceso.
Antes de mandar la carta y durante una conferencia de prensa desde el Palacio Nacional, López Obrador advirtió que cualquier servidor público que intervenga en el proceso de elección interna de Morena será cesado del cargo.
"Lo primero es separarlo del cargo, pedirle su renuncia de inmediato y ponerlo a disposición de la Fiscalía", expuso el mandatario en rueda de prensa, quien se reunirá con los coordinadores de los programas sociales en todo el país para que "no se metan en eso [política]".