El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, aseguró que EE.UU. abandonó a sus aliados kurdos, dejándolos solos en la frontera sirio-turca. El alto cargo ruso lo afirmó después de que el representante especial de EE.UU. para Siria, James Jeffrey, expresara dudas de que los kurdos vayan a abandonar los territorios según lo acordado.
"EE.UU. ha sido el aliado más cercano de los kurdos en los últimos años. Al final, EE.UU. abandonó a los kurdos y, de hecho, los traicionó. Ahora prefieren dejar a los kurdos en la frontera y casi obligarlos a luchar contra los turcos", dijo Peskov.
El portavoz advirtió también que es absolutamente obvio que, si las formaciones kurdas no se retiran junto con su armamento, "los guardias fronterizos sirios y la Policía militar rusa tendrán que retirarse" también, y de esta manera "las formaciones kurdas restantes caerán bajo la aplanadora del Ejército turco".
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunció este martes que el operativo de Ankara 'Fuente de paz' —iniciado el 9 de octubre en el norte de Siria para "destruir el corredor del terror" en la frontera con Turquía y "traer la paz a la región"— está llegando a su fin, y que el ritmo al que se desarrolle el proceso de finalización de la operación dependerá de la retirada de las fuerzas kurdas de la zona.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, acordaron este martes una serie de medidas respecto a las próximas acciones a implementar para normalizar la situación en Siria.
Entre las medidas pactadas, destacan "el compromiso de preservar la unidad política y territorial" de Siria y el deber de garantizar "la seguridad nacional de Turquía", así como la necesidad de "luchar contra el terrorismo en todas sus formas" y la obligación de contrarrestar las "tendencias separatistas" en el territorio sirio. Además, se acordó la incursión de la Policía militar rusa y las tropas sirias fuera de la zona de la operación turca.