El pez cabeza de serpiente del norte (Channa argus), capaz de moverse por tierra y respirar fuera del agua hasta 20 horas, puede abandonar su hábitat debido a las condiciones del agua, si estas son poco soportables para la especie, afirma un equipo de biólogos estadounidenses en un estudio publicado este lunes en la revista Integrative Organismal Biology.
En particular, se trata de parámetros tales como la acidez (pH de 4,8), la alta salinidad (30 partes por 1.000) y la saturación de CO2, comparable a la solución de agua carbonatada al 10%. Aunque esas condiciones son extremas, suelen ocurrir en algunos de los pantanos del área de su hábitat natural, en la cuenca del río chino Yangtzé, indican los investigadores.
Asimismo, descubrieron que se subestimaba la velocidad del movimiento de esa especie por tierra.
"Las cabezas de serpiente se mueven más rápido y erráticamente de lo que se creía", cita un comunicado de la Universidad Wake Forest a Noah Bressman, uno de los autores del estudio.
"Los peces que estudiamos se movían superrápido en superficies rugosas como el pasto, y creemos que usan sus aletas pectorales para empujar estas superficies tridimensionales", explica.
El pez cabeza de agua, que puede crecer casi un metro, es altamente invasivo y amenaza a la biodiversidad de los ecosistemas fuera de su área natural. Hace dos semanas, el Departamento de Recursos Naturales de Georgia confirmó que un pescador encontró un ejemplar de esta especie en un estanque en una propiedad privada en el estado de Georgia. Recomendó a todos los pescadores de Georgia que lo encuentren lo siguiente: primero, tras capturarlo, nunca debe ser liberado; y segundo, "mátelo inmediatamente y congélelo. Puede sobrevivir en tierra".