El Departamento de Justicia de EE.UU. ha abierto un caso criminal con respecto a los orígenes de su propia investigación de la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016, informa Reuters al referir a una fuente familiarizada con el asunto.
Una revisión de un mes de duración, que fue lanzada por el fiscal general, William Barr, para indagar con respecto a los orígenes de la fracasada investigación —conocida como 'Russiagate' y denunciada en repetidas ocasiones por el presidente de EE.UU., Donald Trump, como un "engaño" y una "caza de brujas"—, se ha transformado así en una investigación criminal.
Si se confirman estos reportes, ello daría a los funcionarios del Departamento de Justicia más influencia en su realización, como la potestad de citar a posibles testigos y presentar cargos penales. Todavía no está claro si un gran jurado ha sido convocado para el caso, cita la agencia a su fuente.
Barr ordenó en mayo la revisión del llamado 'Russiagate' y designó a John Durham, fiscal de EE.UU. en Connecticut, para llevar a cabo esa investigación.
La revisión se centró en determinar si el FBI y otras agencias que dieron vida a la investigación de Rusia, infringieron la ley con sus métodos de recopilación de inteligencia, incluso al obtener una orden de escuchas telefónicas para monitorear al exasesor de Trump, Carter Page. Esa orden, como se determinó más tarde, se basó parcialmente en el controvertido 'Dosier Steele', que seguía sin corroborar en ese momento y en general no es verificable.
El exfiscal especial Robert Mueller dio en marzo pasado por finalizada la investigación 'Russiagate', sin poder encontrar pruebas de ninguna interferencia por parte de Moscú en las presidenciales del 2016 en EE.UU.
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