El presidente de Chile, Sebastián Piñera, a través de su cuenta en Twitter, ha calificado la marcha multitudinaria en la que ha participado cerca de un millón de personas de un evento "alegre" y pacífico, mediante el cual "los chilenos piden un Chile más justo y solidario".
Además, el mandatario ha indicado que dicha movilización en Santiago de Chile "abre grandes caminos de futuro y esperanza".
"Todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado. Con unidad y ayuda de Dios, recorreremos el camino a ese Chile mejor para todos", ha concluido Piñera.
A pesar de la naturaleza pacífica de la concentración, pasadas las ocho de la noche, se registraron varios choques con la Policía después de que agentes lanzaran gases lacrimógenos para dispersar a los participantes de la 'marcha más grande de Chile', en contra de las políticas neoliberales del Gobierno.
El Ejército de Chile, por su parte, había decretado en horas de la tarde el séptimo toque de queda en la región Metropolitana desde que comenzó la crisis política. Regirá desde las 23:00 de este 25 de octubre (hora local), hasta las 4:00 del día 26.
Razones del descontento social
Las protestas comenzaron el pasado 14 de octubre, inicialmente en contra del alza del pasaje del metro. Sin embargo, el descontento social recrudeció el pasado viernes, con saqueos, enfrentamientos con la Policía, quema de autobuses y estaciones del Metro, lo que llevó a Piñera a decretar "estado de emergencia" y "toque de queda" en algunas urbes.
Si bien las primeras protestas fueron contra el incremento del boleto de transporte subterráneo —trepó de 800 a 830 pesos (1,13 a 1,17 dólares) en horas punta—, los movimientos sociales, estudiantiles y sindicales que convocaron marchas y huelgas continuaron en las calles.
Sucede que las razones del descontento social son múltiples, y tienen que ver con la creciente desigualdad en Chile y las dificultades para acceder a servicios básicos, como el agua, la educación o la salud.