Los seguidores del presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, se acercaron en masa frente al centro de campaña ubicado en el barrio de Chacarita, Ciudad de Buenos Aires (Argentina), desde minutos antes de que cerraran las mesas de votación en el país sudamericano. Así, miles de militantes vivieron una jornada plagada de festejos por la victoria electoral del peronismo en primera vuelta, que frustró la reelección de Mauricio Macri.
Todo era alegría desde las 5:00 de la tarde (hora local). A medida que caía la noche en la capital del país, familias, organizaciones sociales, partidos políticos y ciudadanos en general se sumaban a lo que parecía ser un festejo inevitable. Desde el comienzo, se corearon canciones de triunfo: "¡Vamos a volver!", fue el cántico más escuchado. En los parlantes sonaban típicas canciones de rock nacional, de protesta y hasta de Víctor Jara, el reconocido vocalista chileno asesinado durante la dictadura de Augusto Pinochet en el país vecino.
Las banderas flameaban en cada metro cuadrado de la Avenida Corrientes. Los bombos, los sánguches de chorizo -típicos en los actos peronistas- y las camisetas con consignas a favor de los derechos humanos estaban por doquier. También hubo 'hits' contra el actual mandatario, a quien los kirchneristas ven como el gran culpable de la actual crisis económica.
Momentos de incertidumbre
A partir de las 9:00 de la noche, cuando se dieron a conocer los primeros datos oficiales del conteo provisorio, en el ambiente reinó la tensión. Es que Macri achicaba la inmensa brecha obtenida en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto. La gente comenzaba a revisar las cifras en sus teléfonos. Por unos minutos, parecía que la anunciada victoria no sería tan abultada, o aplastante, y la euforia se calmó.
Sin embargo, fue el propio Macri quien desató la alegría del kirchnerismo: la diferencia se hacía irremontable, y el presidente reconoció el triunfo de su oponente. "Somos de la gloriosa juventud peronista, somos los herederos de Perón y Evita. A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido. ¡No nos han vencido!", comenzó a corearse en medio de la marea de gente.
"Se ve, se siente, Alberto presidente", continuó gritando la multitud. Y cuando salieron los dirigentes, el público estalló de emoción. Eran Axel Kicillof, futuro gobernador de la Provincia de Buenos Aires, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ganador de los comicios. "Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo la puta madre que lo parió", cantó la masa de vecinos que se acercó hasta la sede del Frente de Todos, en memoria del fallecido expresidente Néstor Kirchner. En efecto, desde el escenario los políticos más importantes del movimiento recordaron a quien supo dirigir el país entre 2003 y 2007, sumándole emoción a una noche vibrante.
- Felicitaciones para Evo y pedido de libertad para Lula
Por otro lado, Cristina se encargó de repasar los acontecimientos ocurridos en Ecuador y Chile, donde se produjeron importantes manifestaciones en contra las políticas económicas, que terminaron con varias muertes en ambas naciones. Además, felicitó a Evo Morales, quien acaba de ganar las presidenciales de Bolivia en primera vuelta.
En tanto, Alberto Fernández remarcó que el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva está detenido de modo ilegal, y la muchedumbre acompañó sus palabras al grito de "¡Lula libre!".
Para cerrar la celebración con su gente, el próximo mandatario argentino dijo: "Decían 'no vuelven más', pero una noche volvimos". Con ello, respondía a una típica expresión del oficialismo, y la multitud explotó de júbilo.
Leandro Lutzky
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