Poco después de la visita del primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, a Cuba entre el 3 y el 4 de octubre, Rusia recibe al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en una visita oficial.
El mandatario de Cuba llegó a San Petersburgo el domingo desde Azerbaiyán. Este lunes se reunió con el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, y mantuvo encuentros con el gobernador Alexánder Beglov y el presidente de la Asamblea Legislativa de la ciudad, Viacheslav Makárov, entre otros funcionarios.
En las reuniones ambas partes reafirmaron sus intenciones de fortalecer los lazos bilaterales, y el encuentro de este martes con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, tomó el mismo rumbo. Díaz-Canel lo invitó a Cuba y Putin aceptó la propuesta, enviando saludos a Raúl Castro.
Desde el Kremlin anticiparon que las negociaciones entre los mandatarios se centrarían en la cooperación estratégica en distintas esferas y también se abordarían temas de la agenda internacional.
Según el ayudante de Putin, Yuri Ushakov, la reunión representará una continuación de los recientes contactos que mantuvo Medvédev a principios de octubre. En aquella ocasión, el primer ministro ruso se reunió con Raúl Castro y Díaz-Canel y tomó parte en la puesta en marcha del primer pozo de petróleo con perforación horizontal de Cuba, Boca de Jaruco, situado a unos 43 kilómetros de La Habana.
Medvédev aseguró que los dos países continuarán la colaboración en distintos proyectos conjuntos a gran escala vinculados con el transporte, la infraestructura, la energía, las altas tecnologías y el desarrollo digital.
Las autoridades rusas ya dialogaron sobre el uso pacífico de la energía nuclear en la medicina y la agricultura. Rusia planea invertir hasta 700 millones de euros en la renovación de diez unidades de generación de electricidad en tres centrales termoeléctricas cubanas.
Además de las esferas estrechamente ligadas a la economía, Rusia y Cuba también tienen una amplia cooperación cultural. El año pasado, firmaron un acuerdo para facilitar el turismo y establecieron una estancia sin visados para los ciudadanos de ambos países durante 90 días.