Tras la masacre que este martes que dejó cinco indígenas muertos y seis heridos de gravedad, el presidente de Colombia, Iván Duque, ha anunciado que 2.500 militares estarán operativos en los próximos 40 días en el departamento de Cauca para fortalecer la seguridad en la zona y luchar contra la expansión de narcotráfico.
"En los próximos 40 días debe estar en operación en el departamento la Fuerza de Despliegue Rápido número 4 (Fudra 4), que va a traer 2.500 efectivos más de la Fuerza Pública, para cumplir los tres propósitos: control territorial, cerrar las rutas del narcotráfico empleadas por estas organizaciones y desmantelar esas organizaciones", ha declarado el presidente.
El mandatario colombiano ha responsabilizado de este crimen a "estructuras del narcotráfico, disidentes, residuales, que lo que han querido es mantener el negocio del narcotráfico y buscar con las armas acallar las expresiones de las comunidades y amedrentar a las comunidades indígenas". En particular, Duque vinculó la columna disidente de las FARC 'Dagoberto Ramo' y la estructura 'Jaime Martínez' con la violencia contra los líderes sociales.
La Asociación de Cabildos indígenas del departamento informó este martes a través de un comunicado que, mientras la guardia indígena realizaba labores de control territorial en una zona rural del municipio de Tacueyó, hombres armados dispararon "a sangre y fuego, terminando con la vida de Neehwesx Cristina Bautista (gobernadora indígena) y otros cuatro comuneros". El Gobierno colombiano ha atribuido este ataque a disidentes de las FARC.