"¡Durazo miente!", gritó un periodista. "Es insostenible esa mentira", reprochó otro reportero. Respuestas ambiguas, largas referencias históricas y muchas dudas sin aclarar. En esos términos se dio de este jueves la conferencia de prensa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sin que hasta el momento el Gobierno haya despejado dudas como la supuesta participaron de las agencias de EE.UU. en el operativo de Culiacán.
Y es que hasta el momento, el Gobierno de México no ha terminado de aclarar con exactitud lo sucedido en el "precipitado" operativo del 17 de octubre, que derivó en la detención y liberación de de Ovidio Guzmán (hijo del narcotraficante Joaquín 'Chapo' Guzmán) con el objetivo de proteger a la población, según la versión oficial.
Una de las principales dudas tiene que ver con conocer la razón por la cual, en su primer reporte tras la inédita reacción del Cártel de Sinaloa y su enfrentamiento contra fuerzas armadas, el gabinete de seguridad informó que la detención de Ovidio Guzmán fue producto de un "patrullaje de rutina". Esto, según el comunicado leído por Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, la noche en que ocurrieron los hechos violentos en Culiacán.
Días después, el Gobierno mexicano corrigió la narrativa y señaló que no se trató de un patrullaje de rutina, sino un operativo planeado semanas atrás para capturar a Guzmán, y poder así cumplir con una orden de aprehensión y extradición solicitada por el Gobierno de EE.UU.
Aunque Durazo y López Obrador reconocieron que el informe sobre el "patrullaje de rutina" de rutina se trató de un error, el presidente y su secretario de Seguridad intentaron justificar la pifia señalando que esa era "la información que se tenía en el momento".
"A nosotros lo que nos importaba era que se salvaran las vidas y por eso la primera información, más que los detalles, lo que nos importaba era el mensaje de que se paraba el operativo", dijo López Obrador este jueves.
De acuerdo con las autoridades mexicanas, la captura de Guzmán se produjo en su domicilio a las 15:15 horas, tiempo local, y fue hasta las 18:49 que el gabinete de seguridad (conformado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y el Centro Nacional de Inteligencia) decidió soltar al capo.
Esto significa que, de acuerdo con la versión oficial, cuatro horas después de la detención de Guzmán, el gabinete de seguridad no sabía que estaba en marcha un operativo encabezado por un equipo de élite del Ejercito mexicano para realizar la captura.
Una versión que resulta inverosímil para algunos periodistas mexicanos y que provocó airados cuestionamientos al presidente y su gabinete, dos semanas después de los inéditos hechos ocurridos en Culiacán.
Otra de las inconsistencias tiene que ver con la orden de cateo requerida para la detención del narcotraficante.
En una cronología de los sucesos ocurridos en Culiacán, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, señaló el pasado miércoles que, ante los disparos que las fuerzas de seguridad recibieron desde el interior del domicilio donde fue detenido Ovidio Guzmán, ya no era necesario contar con una orden de cateo para realizar la aprehensión.
Pero minutos después, el mismo secretario señaló que no contar con una orden de cateo fue una de las razones por las que se decidió la liberación del capo. De este modo, no queda claro qué tan relevante resultó el hecho de que el Ejército mexicano no contara con una orden judicial al momento de ejecutar el operativo para detener y posteriormente liberar a Ovidio Guzmán.
Pero estas no son las únicas dudas que prevalecen.
¿Intervinieron la DEA y la CIA?
Hasta ahora, el Gobierno de López Obrador no ha aclarado el papel de la DEA (Administración para el Control de Drogas) y de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) durante el operativo de Culiacán, ni tampoco el nivel de cooperación que actualmente tiene en materia de seguridad con las agencias estadounidenses.
La participación de la DEA había sido una constante en la captura de líderes de los cárteles de la droga en México, durante las adminsitraciones de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En efecto, la intervención de la DEA en las dos recientes capturas de Joaquín 'Chapo' Guzmán quedaron documentadas en los testimonios de sus agentes Víctor J. Vázquez y Andrew Hogan, quienes participaron en la segunda detención del capo en febrero de 2014.
Vázquez reconoció haber participado directamente en las operaciones que llevaron a la detención del 'Chapo' Guzmán, durante el juicio contra el exlíder del Cártel de Sinaloa, celebrado en una corte federal de Nueva York y concluido en 2019.
Por su parte, Hogan publicó un libro titulado 'Cazando al Chapo', en el cual relata su participación en el operativo realizado junto a marinos mexicanos en el hotel Miramar.
Posteriormente Guzmán escaparía de prisión y volvería a ser capturado en 2016, para luego ser extraditado a EE.UU. y enjuiciado. Actualmente purga condena perpetua en una prisión de máxima seguridad.
La participación de la DEA se ha convertido en una interrogante, luego de una inédita visita de Uttam Dhillon, director de la agencia antidrogas, a la ciudad de Culiacán el 13 de septiembre de 2019, casi un mes antes del operativo para la detención de Ovidio Guzmán. La llegada del funcionario se produjo por invitación del gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel.
Aunque algunas versiones en la prensa mexicana señalan que los funcionarios de la DEA se reunieron con altos militares mexicanos, el Gobierno de López Obrador no ha aclarado este punto.
De acuerdo con una respuesta de la vocera de la Casa Blanca, Namita Biggings, al semanario sinaloense Ríodoce, "la operación en Culiacán en la noche del 17 de octubre fue una operación mexicana, pues aunque es de conocimiento público que Ovidio Guzmán fue acusado en los EE.UU., en el Distrito de Columbia, el gobierno de México es quien se compromete a arrestarlo y a entregarlo, según el tratado de extradición entre ambos países".
En 2007, el expresidente de México Felipe Calderón autorizó que agentes de la CIA realizaran operaciones en territorio mexicano, en el marco de la llamada "guerra contra el narcotráfico", de acuerdo con documentos clasificados obtenidos por el semanario Proceso y publicados en julio de 2019.
Sin embargo, el presidente López Obrador declaró que su Gobierno no recibe "órdenes de Washington", pero no ha detallado qué tipo de relación mantiene su Administración con las agencias de inteligencia estadounidenses.
Manuel Hernández Borbolla
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