Una británica de 65 años enfermó de manera tan grave que tuvieron que inducirle un coma debido a una bacteria carnívora que contrajo por un arañazo de su gato, informa el diario Daily Star.
El suceso tuvo lugar en abril, cuando Shirley Hair trabajaba en el jardín de su casa en Winterbourne (Inglaterra, Reino Unido). Tras el incidente, la mano que sufrió la lesión se hinchó y la damnificada sufrió mareos, perdió el apetito y sintió dolores musculares.
Días después, todo el brazo se hinchó y la piel se ennegreció, así que la víctima se trasladó a un hospital.
En ese centro sanitario los médicos le diagnosticaron con fallos de órganos por un choque séptico y necrosis y determinaron que padecía neumonía y fascitis necrosante, una infección bacteriana que se propaga con rapidez.
Este mal que devora la carne y puede ser mortal dañó los tejidos de Hair de tal manera que necesitó una cirugía de emergencia antes de que le tuvieran que provocar un coma durante cinco días, así que los sanitarios indicaron a su familia que esperaran "lo peor".
La paciente fue sometida a otra intervención quirúrgica para eliminar el tejido infectado, pero no presentaba ninguna mejora significativa y sufrió dos ataques cardíacos. Solo después de más de dos meses en cuidados intensivos y varios injertos de piel fue dada de alta.
Ya recuperada, Shirley Hair entregó al gato a una de sus hijas porque "no podía mirar" al animal.