El gigante minero Vale omitió informar sobre los problemas que presentaba la presa en Brumadinho, en el estado brasileño de Minas Gerais, que colapsó el pasado 25 de enero, provocando una de las mayores tragedias humanas y ambientales en ese país.
La Agencia Nacional de Minería (ANM) publicó un informe este martes en el que afirma que "las discrepancias en el caso de Brumadinho comenzaron a detectarse poco después de la ruptura de la presa", cuando los técnicos de esa institución, "estaban en el campo inmediatamente después del desastre".
La ruptura de la presa ocasionó la muerte de 252 personas, mientras que 18 continúan desaparecidas.
La Agencia Nacional de Minería encontró que en los reportes internos de Vale, la minera no informó sobre la presencia de sólidos en la instalación de Drenajes Horizontales Profundos (DHP), lo que es considerado "anormal".
De acuerdo con el informe, previo al colapso de la presa, detectaron que el material sólido escapó del agua inyectada para hacer los agujeros de drenaje, por lo que Vale interrumpió la instalación y selló el agujero, sin que lo hubiera reportado a la Agencia.
Además, la información contenida en el sistema interno de Vale y en los registros de inspección de campo no fue la misma que la ingresada en el Sistema Integrado de Gestión de Seguridad de Presas Mineras (SIGBM).
Para la ANM, eso "impidió que el sistema alertara a los técnicos de la situación con un posible compromiso para la seguridad de la estructura".
Esta inconsistencia se dio con una filtración que los técnicos de Vale reportaron al SIGBM como nivel 3, cuando en realidad debió haber sida calificada con un 10, que implica riesgos a la seguridad de la estructura.
En febrero pasado, la Agencia Nacional de Minería alertó sobre el método con el que se construyó el dique de Brumadinho, así como otras presas mineras en Brasil, que consiste en aumentar la altura del dique inicial a través de la acumulación de sus residuos, una opción de menor coste para el sector, pero más peligrosa.
De acuerdo con la agencia, actualmente existen 84 diques con esas características que en 2021 deberán desmantelarse, 43 de ellos son considerados de "alto daño potencial".
Por esta razón, ordenó eliminar los diques que se encuentran desactivados para el 15 de agosto de 2021, y los que están en funcionamiento, hasta el 15 de agosto del 2023.
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