La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México señaló al cártel de La Línea como posible perpetrador de la masacre de las familias LeBarón y Langford, en la cual fueron asesinadas nueve personas –tres mujeres y seis menores– en el estado de Sonora, el 4 de noviembre pasado.
Al presentar un informe detallado sobre los hechos ocurridos en el municipio de Bavispe, en el citado estado mexicano, donde ocurrió la masacre, el general Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor de la Sedena, señaló que las primeras investigaciones apuntan a que una célula del cártel de La Línea pudo ejecutar las agresiones contra las familias.
El motivo podría deberse a una guerra entre este cártel y la organización criminal de Los Salazar por el control del territorio entre los estados de Sonora y Chihuahua, una ruta cercana a la frontera entre México y EE.UU. utilizada para el tráfico de drogas.
El militar informó que en la madrugada del lunes 4 de noviembre, horas antes de que fueran asesinadas las familias de mormones, se registraron hechos violentos en la ciudad de Agua Prieta, también en el estado de Sonora, que podrían tener conexión con la masacre.
"Hay un hecho muy relevante que se le está encontrando conexión o vínculos con este evento. A las 3:15 del 4 de noviembre, en Agua Prieta, entre miembros de La Línea y Los Salazar tuvieron un enfrentamiento", explicó el general Mendoza.
Elementos del Centro de Control Comando, Comunicación y Cómputo local (mejor conocido como C4) recibieron un reporte de enfrentamiento con armas de fuego durante la madrugada. Al llegar al lugar de los hechos, ministeriales, policías estatales y bomberos encontraron una casa incendiada.
Horas más tarde, a las 6:10 horas del mismo día, se encontró el cadáver de un hombre a las afueras de una funeraria. También se documentó que en la mañana, un hombre ingresó a un hospital estatal del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para ser atendido por una herida de arma de fuego.
Por ello, el Gobierno mexicano cree que los ataques contra las familias pudieron producirse en medio de una confusión, luego de que todo indica que el cártel de La Línea instaló retenes con armas de alto poder para impedir que integrantes de la organización criminal de Los Salazar ingresaran desde Sonora a Chihuahua.
"Partiendo de esto, se asume que la organización delictiva de La Línea, ante esta amenaza, la intención de Los Salazar de ingresar a Chihuahua, deciden mandar una célula entre Los Janos y Bavispe, como resultado de ese enfrentamiento que se está dando en los límites de ambos estados. Se asume que esta célula, que la envían para detener cualquier incursión o penetración de los Salazar hacia Chihuahua, es a la que se está atribuyendo la materialización de estas agresiones a la familia LeBarón y Langford", explicó Mendoza.
Además de esto, el Gobierno informó que en realidad, los ataques ocurrieron en horas y lugares diferentes, por lo que no se trató de una caravana conformada por tres camionetas, como se pensaba en un inicio.
Dos ataques
El primer ataque contra una camioneta Tahoe ocurrió alrededor de las 9:40 horas, tiempo local, en que viajaban y murieron calcinados Ronitha LeBarón y sus cuatro hijos tras recibir varios impactos con armas de fuego.
Posteriormente, otras tres camionetas saldrían de la comunidad de La Mora, en Sonora, con destino a Chihuahua, pero a una de ellas se le pinchó una llanta poco antes de salir. Así, al final, partieron dos camionetas tipo Suburban, tripuladas por dos mujeres, Christina y su bebé, así como Dawna Langford y sus nueve hijos. Los ataques contra estas dos camionetas ocurrió alrededor de las 11:00 horas, con un saldo de dos mujeres y dos menores asesinados y otros siete niños sobrevivientes.
"Las personas que agredieron a los ocupantes dejaron ir a los menores, luego entonces, podríamos establecer la premisa de que no fue una agresión directa, puesto que el tipo de vehículos que utilizaron son muy comunes de verse en las zonas de la sierra como vehículos en los que se trasladan con regularidad delincuentes del crimen organizado, tipo Suburban", explicó el general Mendoza.
Sin embargo, el militar reconoció que falta que las fiscalías estatales realicen las investigaciones pertinentes para corroborar dicha hipótesis.