Coreal del Sur ha deportado este jueves a su país natal a dos ciudadanos norcoreanos que confesaron haber matado a 16 personas a bordo del barco pesquero que utilizaron para llegar a su vecino del sur, informa la agencia Yonhap citando al Ministerio de Unificación de dos Coreas.
Según el ministerio, los marineros representaban "una amenaza para la vida y la seguridad" de la población surcoreana, por lo que "no pueden ser reconocidos como refugiados".
Los sospechosos fueron capturados el pasado 2 de noviembre cerca de la frontera marítima entre las dos Coreas. Durante la investigación, ambos confesaron haber matado junto con otro marinero al capitán del barco porque les maltrataba y posteriormente acabaron con la vida de los demás miembros de la tripulación uno a uno. Tras ello, intentaron volver a Corea del Norte, pero cuando llegaron a puerto, uno de ellos fue detenido por la Policía, por lo que los otros dos huyeron hacia el Sur.