Takuma Sakuragi, un expolítico japonés de 76 años, ha sido sentenciado a cadena perpetua por tratar de contrabandear drogas en China, informa este viernes South China Morning Post.
El tribunal también declaró culpables a los dos cómplices de este condenado, ambos de África Occidental, que ayudaron a ese antiguo diputado de la prefectura japonesa de Aichi a cometer ese delito.
Sakuragi fue arrestado en el Aeropuerto Internacional Cantón Baiyun en octubre de 2013 con 3,3 kilos de metanfetamina, pero durante su detención aseguró que un nigeriano al que conocía le engañó para que cargara con la maleta que contenía esa droga.
Al año siguiente, fue juzgado por primera vez y el tribunal no llegó a ningún veredicto. El caso "se retrasó 20 veces" y se prolongó debido a que no habría traductores adecuados, con lo cual su abogado, Chen Weixiong, considera que la condena es "injusta".
Este letrado destaca que durante cinco años no apareció ninguna evidencia nueva para sentenciar a su cliente y alegó que padece problemas de salud como consecuencia de permanecer varios años entre rejas.
Chen insiste en que su defendido fue inculpado, así que planean apelar esta decisión judicial en un país que posee leyes estrictas para el delito que se le ha atribuido: las personas detenidas con más de 50 gramos de una sustancia ilegal enfrentan condenas a partir de 15 años en prisión y hasta la pena de muerte.