Prohíben que las mujeres de Japón usen anteojos en el trabajo
Las mujeres de Japón han inundado las redes sociales de mensajes para exigir su derecho a utilizar anteojos en el trabajo debido a que muchos empleadores prohíben las gafas y demandan el uso de lentes de contacto por sus estándares de belleza, recogen medios locales.
El 'hashtag' "prohibición a las gafas" se popularizó en Twitter tras la emisión de un programa televisivo que expuso a las compañías de diferentes industrias que no permiten que las mujeres lleven anteojos en sus empleos.
Las razones de esta medida difieren: algunas cadenas minoristas alegan que esa estética transmite "una fría impresión" a los clientes, las aerolíneas mencionan razones de seguridad, las firmas del sector de belleza estiman que los anteojos no permiten a las empleadas mostrar su maquillaje y los restaurantes tradicionales aseguran que no combinan bien con el atuendo típico.
眼鏡女上司最高じゃねぇか馬鹿なのか#メガネ禁止pic.twitter.com/5zBxAb0B6u
— にんじんさん(バチクズ垢) (@ninzinsandayo) November 7, 2019
Muchas personas expresarpn su desacuerdo al destacar que esas razones son "estúpidas", publicaron fotos de sus gafas en señal de protesta y alegaron que se trata de "un objeto médico" necesario para su vida diaria.
#メガネ禁止 今日迎えに行った、新しいメガネ。メガネ禁止とかなんだそれ。世の中のおっさん達、見られたら困ることがそんなに多いのかね? pic.twitter.com/pen7gHZ2bj
— key (@key00559207) 6 ноября 2019 г.
Esta iniciativa sobrepasaría los códigos de belleza y, si solo afecta a las personas de sexo femenino, sería "una discriminación contra las mujeres", aseguró la directora de la rama japonesa del colectivo Human Rights Watch, Kanae Doi, a la agencia Reuters.
Más códigos de belleza
A mediados de este año, en Japón se realizó otra campaña para que las autoridades de ese país desestimaran obligar a las mujeres a calzar zapatos de tacón en el trabajo, pero el ministro de Salud japonés, Takumi Nemoto, estimó que se trataba de algo "necesario y apropiado".
Si bien las compañías niponas no suelen manifestar esas reglas de vestimenta de manera expresa, las tradiciones locales y la expectativa social provocan que muchas empleadas se sientan presionadas para ponerse tacos altos durante su jornada laboral.