El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Williams Kaliman, declaró este 9 de noviembre que los militares del país no harán frente al pueblo y prometió que siempre garantizarán la paz.
"Nos encontramos totalmente cohesionados bajo el mando militar, apegados siempre a la disciplina, orden y respeto a la Constitución Política del Estado", precisó el militar.
A continuación, afirmó que las Fuerzas Armadas del país garantizarán "la unión entre compatriotas". "Ratificamos que nunca nos enfrentaremos con el pueblo, a quien nos debemos, y siempre velaremos por la paz, convivencia entre hermanos y el desarrollo de nuestra patria", reiteró.
De acuerdo con sus afirmaciones, los actuales problemas que surgieron en el ámbito político "deben ser solucionados en el marco de los más altos intereses de la patria antes de llegar a momentos irreversibles".
Sucesos de violencia
Este 9 de noviembre, en varias regiones del país suramericano se registró una nueva jornada de protestas.
Los gobernadores de los departamentos de Oruro y Chuquisaca, así como el alcalde de Oruro y la hermana del mandatario Evo Morales, Esther Morales, sufrieron saqueos e incendios en sus inmuebles por parte de manifestantes. El presidente catalogó dichos actos de violencia como parte de un golpe de Estado.
Asimismo, empleados de los medios estatales Bolivia TV y Radio Patria Nueva, así como integrantes de la emisora sindical CSUTCB, fueron desalojados de sus instalaciones en La Paz. Además de interrumpir la señal de esos medios, los participantes en la protesta restringieron la libertad de movimiento de los afectados.
Llamamiento a un diálogo
Este sábado, Evo Morales llamó a los partidos políticos de su país que consiguieron representación parlamentaria a participar en un diálogo para pacificar a la nación y "buscar la unidad". De acuerdo con sus afirmaciones, "una mesa de diálogo" debe celebrarse "de manera urgente e inmediata".
En respuesta, el excandidato presidencial opositor de la alianza política Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, declaró que el tiempo para el diálogo "ya pasó". "Estamos en otro momento. Y para ser claro: no tengo nada que negociar con Evo Morales y su gobierno", afirmó.
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