El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, informó este domingo su renuncia al cargo para acompañar la decisión del mandatario, Evo Morales, quien presentó su dimisión tras una escalada de tensiones en el país suramericano.
"Le seré siempre leal (al Presidente), estaré siempre a su lado", sostuvo el vicepresidente, al tiempo de anunciar su renuncia en una rueda de prensa conjunta con Morales.
De acuerdo al artículo 169 de la Constitución de Bolivia, en caso de "impedimento o ausencia definitiva" del Jefe de Estado, este será reemplazado por el vicepresidente. Sin embargo, ante la falta de este, la Carta Magna establece la opción de relevarlo por el presidente del Senado.
En última instancia, la jefatura de Estado podría ser asumida por el presidente de la Cámara de Diputados, y, en ese caso "se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días".
García Linera denunció que se ha consumado un "golpe de Estado" contra el mandatario y destacó que la decisión de dejar su cargo busca evitar que un baño de sangre en Bolivia.
"Siempre estaremos del lado del más humilde. No los vamos a dejar solos. Y estoy seguro que, más temprano que tarde, nuevamente Bolivia levantará cabeza. Es un momento triste y aciago, pero la democracia del pueblo volverá a reestablecerse", puntualizó el vicepresidente.
En la rueda de prensa, Morales, por su parte destacó que la dimisión "no es ninguna traición a los movimientos sociales". "La lucha sigue, somos pueblos que gracias a esa unidad política y orgánica, hemos liberado Bolivia. Estamos dejando una patria liberada", agregó.
"Esto es un golpe de Estado"
Evo Morales había convocado a nuevas elecciones generales en Bolivia "para buscar la paz", en concordancia con una sugerencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
"Todo por la vida, todo por la patria, por la democracia y también por la justicia social", manifestó este mandatario.
Sin embargo, Morales condenó que los grupos cívicos no han aceptado el diálogo propuesto por su Gobierno y, pese a que se anunciaron nuevos comicios y se garantizó varias de sus exigencias, "ahora lo rechazan todo" y piden su "renuncia".
"Esto es conspirar contra la democracia, esto es un golpe de Estado", condenó el jefe de Estado boliviano antes de que se comunicara su renuncia.