La sesión de la Cámara de Diputados boliviana que convocó Jeanine Añez, segunda vicepresidenta del Senado, para tratar la renuncia del presidente Evo Morales, fue suspendida este martes por falta de quorum, y se reprogramó para el miércoles.
Los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia no asistieron a la cita, tras haber pedido "amplias garantías" para que todos puedan llegar al recinto, en La Paz, que se encuentra rodeado por barricadas y fuerzas armadas.
En tanto, el Senado aguarda por la conformación del quorum para iniciar el debate, que deberá tratar a la asunción de Añez como presidenta de la cámara y del país, en forma transitoria y hasta la realización de nuevas elecciones.
Betty Yañiquez, jefa de bancada del partido de Morales, aseguró en rueda de prensa que los parlamentarios de ese bloque están dispuestos a trabajar por "la viabilidad de una salida constitucional", pero solicitó las medidas de seguridad necesarias para que sus compañeros puedan llegar a la sede del Congreso, algo que finalmente no ocurrió.
La legisladora se refirió específicamente a la convocatoria del dirigente opositor Luis Fernando Camacho, quien este martes llamó, a través de su cuenta de Twitter, a los grupos opositores a asistir a la Plaza Murillo, previo al inicio de la sesión, para "garantizar la sucesión constitucional".
Justamente, la Plaza Murillo está repleta de seguidores de Evo Morales, quienes piden su inmediato retorno a la Presidencia.
Para Yañiquez, "se ha gestado un golpe de Estado en Bolivia, no otra cosa", pero aclaró que los legisladores se deben "al pueblo" y a la "Constitución", por lo que participarán de la sesión si se cumple el pedido.
Minutos antes, el presidente de la bancada parlamentaria del partido del mandatario depuesto, Sergio Choque, había declarado a la prensa local que su espacio no iba a asistir "a ninguna convocatoria 'trucha' (falsa o ilegal)", mientras no existan garantías para los dirigentes y sus familias.
Ya desde su exilio en México, Morales felicitó a través de las redes sociales el accionar de los congresistas del MAS, por "actuar con unidad y dignidad para rechazar cualquier manipulación de la derecha racista, golpista y vendepatria".
Añez, quien tiene previsto asumir las riendas de la Presidencia boliviana en las próximas horas, convocó este lunes la sesión para este martes, a las 15:30 horas [hora local]. Para la misma hora fue reprogramada la cita del miércoles.
En declaraciones a los medios, Añez señaló que con la Policía y las Fuerzas Armadas brindarían garantías de seguridad a los legisladores del MAS, para que estén en la sesión.
Finalmente, la falta de los parlamentarios oficialistas impidió la conformación del quorum en el Parlamento, debido a que son mayoría, tanto en la cámara de diputados como en la de senadores.
La cámara alta está conformada por 36 senadores, de los cuales 25 son del MAS; mientras, la baja tiene 130 diputados, 88 de ellos oficialistas.
¿Por qué Añez asumiría la Presidencia?
En una alocución pública, Añez explicó que su ascenso a la primera magistratura se da por línea de sucesión de cargos; sin embargo, aclaró que antes debe asumir la presidencia del Senado.
Tras la renuncia de Morales, también renunció el vicepresidente Álvaro García Linera, quien debía tomar las riendas del país, de acuerdo al artículo 169 de la Constitución boliviana; en la línea seguía la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, quien se sumó a las dimisiones.
Tras Salvatierra, en la línea sucesiva, según la Carta Magna, le corresponde al presidente de la Cámara de Diputados, en ese caso a Víctor Borda, pero él también renunció; así como dimitió el primer vicepresidente del Senado, Rubén Medinaceli.
En caso que Añez asuma la primera magistratura del país, deberá convocar elecciones en un plazo máximo de 90 días.
La crisis política y social en Bolivia
Esta crisis política, institucional y social en Bolivia comenzó el pasado 20 de octubre, cuando la oposición se negó a aceptar los resultados de los comicios, que daban ventaja a Morales.
La primera demanda de los opositores, que desde esa misma noche generaron violencia en varias ciudades del país, fue la convocatoria a una segunda vuelta electoral, con Morales y el candidato Carlos Mesa.
Cinco días después, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó la victoria del mandatario, sin necesidad de segunda vuelta. Las manifestaciones se intensificaron.
El Gobierno aceptó una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA), que concluyó que hubo irregularidades en el proceso electoral, por lo que instó a repetir los comicios.
El mandatario acató la recomendación de la OEA y anunció que convocaría a nuevos comicios; sin embargo, la demanda de los opositores había cambiado, ahora exigían la renuncia de Morales y la convocatoria a elecciones, sin el mandatario ni el vicepresidente García Linera.
A los opositores, se sumaron los jefes de las Fuerzas Armadas y de la Policía de Bolivia, quienes sugirieron a Morales renunciar.
Horas después, se conoció la dimisión de Morales, quien dijo que dejaba el cargo para que Mesa y el jefe opositor del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, "no sigan persiguiendo a mis hermanos, dirigentes sindicales", para que "no sigan quemando las casas" de funcionarios públicos y para que dejen de "secuestrar y maltratar" a los familiares de los líderes indígenas.