La huelga general del 12 de noviembre en Chile cuenta con una gran participación de partidos opositores, organizaciones sociales, sindicatos, empleados públicos, estudiantes y descontentos en general, y se registran importantes movilizaciones en varias regiones de esa nación sudamericana.
En efecto, desde mediados de octubre un sector importante de la población se está manifestando para exigir históricas demandas sociales, como la gratuidad en la educación, mejoras en la distribución de pensiones y aumentos salariales, sumado al acceso a derechos básicos, como la salud y vivienda digna. Para muchos, la mejor forma de garantizar estos cambios es redactando una nueva Constitución.
Más allá de las múltiples demandas, la gran mayoría coincide en expresar su rechazo a la Administración de Sebastián Piñera, e incluso piden su dimisión del Ejecutivo. Por su parte, el Gobierno anunció que está dispuesto a avanzar en producir cambios en el marco regulatorio chileno, pero considera hacerlo mediante el Congreso, sin asamblea constituyente, situación que aumentó la reacción popular en rechazo.
Marchas multitudinarias
Así, la concentración principal se registró en Santiago, como ocurrió en las jornadas previas. Miles de personas marcharon por la Avenida Libertador Bernardo O'Higgins, más conocida como La Alameda, la calle más importante de la capital. En efecto, aquella vía atraviesa el Palacio de La Moneda —casa de Gobierno— y Plaza Italia, el gran epicentro de las convocatorias.
En la ciudad costera de Valparaíso, a menos de dos horas de la capital, unas 70.000 personas marcharon exigiendo una asamblea constituyente, según expresó su alcalde, Jorge Sharp Fajardo.
A pocos kilómetros, en la ciudad de San Antonio, también hubo miles de personas movilizadas. En este caso, incluso se registró la quema de neumáticos.
Viña del Mar, uno de los destinos turísticos más conocidos del país, contó con una gran concentración, donde se destacaron las banderas chilenas y mapuches.
Un poco más al sur, en la comuna de Concepción, Región del Biobío, también se vio una importante movilización por sus calles principales.
En sintonía, la ciudad sureña de Puerto Montt, Región de Los Lagos, contó con una participación masiva.
Miles de residentes de Osorno, otra importante urbe de la zona, también se plegaron al paro general.
Asimismo, la isla de Chiloé, un tranquilo archipiélago poblado por pescadores y comunidades ancestrales, tuvo su concentración en Ancud, uno de los distritos más importantes del lugar.
Y al extremo norte, en la ciudad de Iquique, muy cerca del desierto de Atacama, pidieron una "nueva Constitución a través de asamblea constituyente, o nada".
Disturbios y represión policial
Por orto lado, en Santiago también se vivieron momentos de extrema tensión entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Según reportó el medio alternativo Piensa Prensa, Carabineros habría disparado contra un ciudadano en el ojo, una situación que se repitió en los últimos días.
Asimismo, camiones hidrantes de las fuerzas de seguridad intentaron dispersar a los protestantes, que pretendían romper el perímetro de seguridad en la casa de Gobierno.
Como señal de protesta, médicos del Hospital de Antofagasta, al norte de Chile, se tomaron fotografías posando con un parche, en alusión a la gran cantidad de pacientes que debieron atender por lesiones en los ojos. Según el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), 197 personas sufrieron algún daño ocular en medio de los disturbios, "especialmente por disparo de escopetas de perdigones".
Además, el medio local ya citado informó que un joven murió al ser atropellado por una camioneta junto a una barricada en aquella ciudad norteña, pero se desconocen los detalles.
Asimismo, en redes sociales se publicaron imágenes de trincheras urbanas desplegadas en varios puntos del país latinoamericano.
¿Qué pasa en Chile?
Desde mediados de octubre, aquel país sudamericano atraviesa grandes jornadas de protestas. Inicialmente, las manifestaciones comenzaron por el aumento en el metro de Santiago, pero luego dieron lugar a expresar otras demandas sociales más profundas, cuestionando al modelo económico en general. Así, mientras crecía la tensión y las movilizaciones, durante varios días el Ejecutivo estableció el estado de emergencia y el toque de queda. Sin embargo, las concentraciones callejeras no cesaron.
Entre tanto, el Gobierno se vio obligado a suspender la organización del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 25 (COP 25), que debían realizarse en esa nación sudamericana. En sintonía, la final de la Copa Libertadores, que iba a disputarse en Santiago, debió trasladarse a Lima (Perú).
Frente a este escenario, Presidencia anunció que estaría dispuesta a impulsar un proceso para modificar la Constitución actual, pero ello no calmó a la población. Los sectores opositores insisten en que la mejor forma de impulsar un nuevo texto constitucional es mediante una asamblea y un plebiscito.
Con este marco general, tras semanas de movilizaciones y enfrentamientos con Carabineros, la Fiscalía de Chile contabilizó al menos 23 muertes hasta el 30 de octubre. Por su parte, el INDH alertó que "existen cinco personas asesinadas por acción directa de agentes estatales". En su reporte del 10 de noviembre, ese organismo registró 5.629 personas detenidas y 2009 heridas en hospitales.