La Fiscalía de Bolivia encarcela a la cuarta vocal nacional del Tribunal Electoral por "irregularidades"
Cuatro vocales nacionales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia han sido encarcelados tras el golpe de Estado del domingo pasado, en el marco de decenas de órdenes de detención contra exfuncionarios del organismo por su presunta participación en un "fraude".
Este jueves, la vocal Lucy Cruz fue enviada a la prisión femenil de Obrajes, en La Paz, por presuntas irregularidades durante el desarrollo del proceso comicial. En los días previos, los funcionarios electorales María Eugenia Choque, Antonio Costas y Edgar Gonzáles también fueron encarcelados.
La Fiscalía de Bolivia ordenó la detención de vocales nacionales y departamentales del TSE, sin que mediara ninguna investigación penal, solo con base en un precipitado informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), que instaba a anular los resultados de las elecciones generales del pasado 20 de octubre en Bolivia después de haber analizado apenas 0,22% del total de actas escrutadas.
Según la Fiscalía, citando el informe de la OEA, durante las elecciones generales "se habría vulnerado la cadena de custodia de las actas físicas, como también se presume que se vulneró el sistema informático porque no se dio la seguridad al mismo".
Según la dependencia, los funcionarios electorales de la Sala Plena "intervinieron en el diseño y contratación de las empresas y personal informático" que coadyuvó en el proceso electoral.
Hasta este jueves, suman más de 25 los vocales, entre nacionales y departamentales, detenidos por las denuncias de fraude durante las elecciones, según información de La Razón.
Golpe de Estado
Menos de dos horas después de publicarse el informe de la OEA, el presidente Evo Morales anunció la renovación de la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral y convocó a nuevas elecciones generales para "bajar toda la tensión" en el país.
No obstante, tras el anuncio de Morales, el entonces general Williams Kaliman, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, instó en nombre de esa institución la dimisión del presidente.
Minutos después, el comandante general de la Policía de Bolivia, Yuri Calderón, informó que los agentes policiales se habían sumado "al pedido del pueblo boliviano" de sugerir la renuncia de morales para "pacificar" a la población.
Tras la presión de las Fuerzas Armadas y los hechos violentos contra varios funcionarios de Gobierno, Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, presentaron el domingo la renuncia.
Dos días después, la senadora Jeanine Áñez se autoproclamaría presidente interina de Bolivia, en una sesión en la que no hubo quórum y con el aval del general Kaliman, el mismo que presionó a Morales para dimitir.
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