El Gobierno de facto en Bolivia anunció el inicio de conversaciones con el Movimiento al Socialismo (MAS), partido del mandatario depuesto Evo Morales, con el objetivo de alcanzar "la pacificación del país".
"Estamos en una mesa de diálogo, estamos conversando, creemos que es posible pacificar el país. Les hemos pedido un cuarto intermedio (...) estamos pendientes de la respuesta y esperamos que dentro de poco todos los ciudadanos puedan vivir en paz", destacó el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, en declaraciones a la prensa.
Los medios locales indican que en esta mesa participan delegados del gobierno interino y, por parte del MAS, la senadora Adriana Salvatierra y la diputada Betty Yañíquez, que hasta el momento no se han manifestado al respecto.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha encargado al diplomático francés Jean Arnault viajar a Bolivia para reunirse con todos los actores y ofrecer el apoyo de la organización "para encontrar una solución pacífica a la crisis".
En su cuenta de Twitter, Morales, que se encuentra desde el martes en México en calidad de asilado, transmitió a Guterres su agradecimiento. Ya el miércoles, el presidente depuesto realizó un llamado a la comunidad internacional y a la Iglesia católica para que acompañen el diálogo.
Tres condiciones
Según Justiniano, los miembros del MAS han pedido que se apruebe una ley que garantice que no habrá persecución política, salvoconductos para los dirigentes del partido y el regreso de Morales. "Si quieren una ley que les garantice que no habrá persecución política, perfecto. No tenemos ningún inconveniente (...) nos han pedido salvoconductos para todos nuestros dirigentes, perfecto".
"Si llegamos a un ámbito de pacificación, tienen todas las condiciones para quedarse en el territorio. Han pedido inclusive que Evo Morales pueda venir, perfecto. Es un ciudadano más", destacó Justiniano, quien "lamentó" las declaraciones "incendiarias" del presidente depuesto.
Desde que se produjo el golpe de Estado, Morales se ha expresado en sus redes sociales para rechazar la maniobra política que lo sacó del poder, y ha denunciado a dirigentes opositores, a la Policía y a las Fuerzas Armadas por actuar en conjunto con ese objetivo.
El jueves, la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, afirmó que Morales y el exvicepresidente Álvaro García Linera no podrán postularse a las elecciones presidenciales que pretende convocar. Sin embargo, aclaró que el partido del líder indígena sí podrá presentarse.
"Decirle al Movimiento al Socialismo (MAS) que tienen todo el derecho a participar en las elecciones y que vayan buscando candidato", sentenció.
Actualmente, la situación en el país andino en tensa. Miles de personas han salido a la calle para expresar su rechazo a la autoproclamación de Áñez y, según el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), durante estas semanas de conflicto han muerto de 10 personas.