La Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó este viernes el uso desproporcionado de la fuerza en las manifestaciones que transcurren en Cochabamba (Bolivia), a partir de la reciente salida del expresidente Evo Morales.
El organismo de la OEA se pronunció tras el reporte de cinco víctimas mortales y varias personas heridas. "Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales", escribió la Comisión en su cuenta de Twitter, que acompañó con fuertes imágenes de las personas fallecidas.
Además, la CIDH recordó al Estado boliviano su "obligación de asegurar el derecho a la vida e integridad física de quienes protestan pacíficamente". Asimismo, expresó su preocupación por el accionar de las fuerzas armadas en las operaciones que han llevado a cabo esta semana.
"Los estándares Interamericanos establecen el deber de limitar al máximo su participación en el control de disturbios internos", precisó la organización.
Por otra parte, la Comisión cuestionó el "uso indiscriminado de gas lacrimógeno" y denunció que solo en esta jornada, hubo al menos 22 personas heridas, 5 fallecidas debido a las balas y 3 periodistas agredidos mientras ejercían su labor, y señaló que las protestas en el país andino son blanco de una "intensa represión".
Finalmente, el organismo expresó su "grave preocupación por las amenazas de expulsión de autoridades", así como por las agresiones contra reporteros, y solicitó "facilitar su labor". Todas las denuncias estuvieron acompañadas de imágenes que demuestran la situación que enfrenta actualmente la sociedad boliviana.