Un reportero fue derribado con un cañón de agua durante un operativo en el que la Policía de Hong Kong (China) utilizó ese dispositivo y gas lacrimógeno para dispersar a la multitud el pasado fin de semana.
Los agentes recurrieron a esos métodos mientras varios desconocidos prendieron fuego a los puentes que conducen a la Universidad Politécnica de Hong Kong, tomada por manifestantes antigubernamentales.
Esos oficiales irrumpieron en el campus de ese centro educativo después de dar un ultimátum a los congregados para que abandonaran el lugar el pasado 17 de noviembre.
Este nuevo estallido de protestas antigubernamentales continuó la mañana de este lunes con un ataque popular contra una ambulancia para liberar a una joven arrestada.