El proyecto de satélites Starlink de la compañía estadounidense SpaceX ha disgustado a astrónomos de diferentes partes del mundo debido a que esos aparatos espaciales obstaculizan el trabajo de los telescopios terrestres.
Esta iniciativa del fundador de SpaceX, Elon Musk, consiste en colocar una red de 12.000 satélites a no mucha distancia de la Tierra para ofrecer Internet de banda ancha en todo el mundo y hasta el momento ha enviado al espacio 120 de esos dispositivos.
Esos aparatos han resultado suficientes para cegar la Cámara de Energía Oscura (DECam) del Observatorio Interamericano del Cerro Tololo ubicado en Chile, según denunció Clarae Martínez-Vázquez, astrónoma de esa institución el pasado 18 de noviembre.
"¡Estoy conmocionada!", confesó esta especialista en Twitter, al explicar que el paso del 'tren' compuesto por 19 de esos satélites "duró más de 5 minutos", afectó a la exposición de la DECam y ofreció una escena "deprimente".
El "verdadero legado" de Musk
Otras personas que estudian del Universo recurrieron a esa red social para expresar su frustración con la iniciativa de Elon Musk: incluso el astrónomo estadounidense Cliff Johnson publicó una instantánea de la imagen captada por la DECam en la que se aprecia la contaminación lumínica que provocan los satélites artificiales de SpaceX.
"Puede que este problema sea inusual ahora, pero una vez que toda la constelación [Starlink] esté en órbita será algo cotidiano", alertó Jonathan McDowell, investigador del Centro de Astrofísica de Harvard-Smithsoniano (Massachusetts, EE.UU.).
Matthew Kenworthy, profesor de Astronomía en el Observatorio de Leiden (Países Bajos), comentó que este suceso "no es bueno para la astronomía terrestre" y obligaría a los científicos a procesar gran cantidad de datos adicionales para borrar el rastro de esos satélites artificiales.
"Estoy seguro de que Musk se cree una especie de héroe ambiental por vender autos eléctricos, pero su verdadero legado permanente será el del hombre que contaminó los cielos", escribió el astrofísico de la NASA Simon Porter.
Otros 30.000 satélites
SpaceX indicó que pintaría de negro la superficie de los satélites para reducir su luminosidad, pero los científicos aseguraron que esa medida no resolvería el problema debido a los telescopios de los captarían de cualquier modo.
En octubre se supo que esa empresa solicitó una autorización a la Unión Internacional de Telecomunicaciones para lanzar a la órbita baja terrestre 30.000 satélites Starlink, que se sumarían a los 12.000 que ya tiene permiso para desplegar.
Ante las preocupaciones de los astrónomos, Elon Musk señaló en mayo que Starlink no tendría un impacto negativo para la Astronomía con el argumento de que hoy en día "hay 4.900 satélites en órbita y la gente se percata de ello aproximadamente un 0 % del tiempo".