Un fiscal del condado de Santa Clara (California, EE.UU.) usó a su hija de 13 años como cebo para reunir pruebas contra un hombre quien, según denunció la propia menor, había abusado sexualmente de ella en varias ocasiones, revelan informes policiales, citados por el diario The Mercury News. El acosador Ali Mohammad Lajmiri, de 76 años, fue arrestado, pero el fiscal ahora está bajo una revisión interna por posiblemente haber puesto en peligro a su hija.
La Policía de San José informó que Lajmiri se acercó a la adolescente cinco veces entre agosto y septiembre mientras esta paseaba a su perro en el sendero Los Alamitos, en el valle de Almaden. Primero se acercó para acariciar a la mascota, pero durante encuentros posteriores tocó también a la niña de manera inapropiada. La investigación del caso empezó a principios de octubre después de que el fiscal avisara a la Policía que su hija había revelado el presunto asalto sexual a su médico.
El 11 de noviembre, el fiscal informó a la Policía que había grabado que su hija había sido tocada por el sospechoso y que este había intentado besarla en la boca. El fiscal, cuya identidad no se revela para proteger a la víctima menor de la agresión sexual, comunicó a la Policía que había acordado con la niña que ella caminara por el mismo lugar en Los Alamitos donde había encontrado al hombre anteriormente, mientras que los dos se mantenían en contacto a través de móviles y auriculares.
El detective de San José, sargento Sean Pierce, escribió en un informe policial que el fiscal "ordenó [a la víctima] que dejara" que el sospechoso entablara contacto con ella y "la tocara". "Le indicó que (...) si no podía manejar la situación, debía alejarse", agregó Pierce. Además, el fiscal ordenó a la adolescente que se alejara también si el hombre le tocaba los senos o la entrepierna.
El fiscal logró grabar un video del hombre interactuando con su hija de manera inapropiada y luego lo entregó a la Policía, que al día siguiente arrestó a Lajmiri bajo la acusación de actos lascivos con una niña menor de 14 años.
Lajmiri dijo a los agentes que había abrazado a la niña y le había tocado la cintura, además de besarle la mano y la cabeza. Además, reconoció que le tocó accidentalmente las nalgas y que pudo haberle tocado accidentalmente el pecho. No obstante, Lajmiri describió sus acciones como un "signo de afecto por parte de una figura paternal". También confesó que tenía problemas para recordar los encuentros porque sufría la enfermedad de Alzheimer.