El Gobierno de Colombia ha anunciado este martes el cierre de todas sus fronteras fluviales y terrestres, de cara al paro nacional convocado para este jueves 21 de noviembre.
La medida afectará a 12 puntos fronterizos (límites con Ecuador, Venezuela, Brasil y Perú) y estará vigente a partir de la medianoche de este miércoles, y hasta las 05:00 de la madrugada del viernes.
También dispone la suspensión del porte de armas, el control migratorio, y una serie de "instrucciones en materia de orden público" a alcaldes distritales y municipales, según reza en el borrador del decreto que ha publicado la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
De acuerdo al comunicado emitido por las autoridades, esta disposición tiene "el fin de garantizar la total normalidad en el desarrollo de las marchas", que sindicatos y movimientos estudiantiles anunciaron para este jueves en todo el país, en rechazo a las políticas de gobierno del presidente Iván Duque respecto a cuestiones como las pensiones, los salarios y condiciones de trabajo, así como las propuestas de reformas de los citados sectores.
"Una vez se reabra la frontera, los diferentes pasos fronterizos serán reforzados con más oficiales de Migración, con el fin de evitar que se vayan a presentar congestiones con aquellos viajeros que se encuentran represados dentro del territorio nacional", destaca el comunicado.
Según el analista internacional José Antonio Egido, el sistema político-institucional colombiano encabezado por Duque, "el peón más sumiso" de EE.UU., "está atravesado por las relaciones íntimas entre los grupos armados y violentos de narcoparamilitares y las instituciones oficiales, militares y fuerzas policiales".