El presidente estadounidense, Donald Trump, tildó a los medios de comunicación de estar "enfermos" y de ser "peligrosos", por haber difundido rumores sobre un presunto ataque al corazón que llegó hasta los oídos de la primera dama, Melania, cuando en realidad el mandatario solo se hacía un examen médico de rutina.
"Fui por un [examen] físico y volví. Y mi esposa me dice: 'Cariño, ¿estás bien? ¿qué pasa? Ellos reportaron que pudiste haber sufrido un ataque al corazón'", contó Trump este martes a reporteros locales.
De acuerdo con la versión del mandatario, Melania acreditó esta versión porque Trump había ido al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en Maryland, que es el hospital en donde el presidente y su familia reciben atención.
Trump respondió a su esposa que había estado un período "muy corto" de tiempo en el Centro Walter Reed, para hacerse un examen de rutina y tras realizar un recorrido por el hospital, se reunió con un soldado herido.
El mandatario estadounidense criticó a medios estadounidenses, incluyendo a la CNN, por reportar que había acudido al hospital por "dolores masivos en el pecho".
"Esta gente está enferma y la prensa en este país es peligrosa. No tenemos libertad de prensa en este país [...] Tenemos medios de comunicación muy corruptos y espero que puedan enderezar sus actos", dijo Trump.
Rumores sobre su salud
Los rumores sobre la salud del mandatario estadounidense comenzaron a expandirse cuando visitó el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, sin que estuviera previsto en la agenda pública.
El doctor de Trump, el comandante de la Armada Sean P. Conley, aclaró en una nota difundida por la secretaria de Prensa, Stephanie Grisham, que las "incertidumbres de programación" mantuvieron la visita fuera del registro público.
"A pesar de algunas especulaciones, el presidente no ha tenido ningún dolor en el pecho, ni fue evaluado ni tratado por problemas urgentes o agudos", apuntó el médico Conley, agregando que le realizará un examen médico "más completo" después de Año Nuevo.
El pasado sábado, Grisham informó que Trump había decidido "aprovechar un fin de semana libre" en Washington D.C. para empezar su revisión médica anual.
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