El equipo legal de Meghan Markle, duquesa de Sussex, presentó este 11 de noviembre una demanda ante el Tribunal Superior británico, en la que acusa a Associated Newspapers –empresa matriz de los tabloides británicos Mail on Sunday y Daily Mail– por una campaña de tres años en su contra mediante historias "falsas" y "absurdas" sobre su vida privada y las relaciones con sus padres.
Entre las 'fake news' que han publicado dichos medios, asegura, están las afirmaciones de que gastó cientos de miles de dólares en remodelaciones de Frogmore Cottage, la residencia de los duques de Sussex en Windsor.
Así, se reportó en esos medios que la exactriz estadounidense compró un baño de cobre por 5.000 libras esterlinas (casi 6.500 dólares), pagó 500.000 libras esterlinas (más de 646.200 dólares) en insonorizar la casa para no oír el ruido de los aviones, y además se hizo construir un estudio de yoga, un invernadero, una cancha de tenis y un ala de invitados para que su madre, Doria Ragland, pudiera quedarse allí.
En la demanda, de 15 páginas, recogida por Byline Investigates, se desmiente que la duquesa de Sussex haya gastado tales cantidades de dinero con los objetivos indicados, ya que simplemente no existen ese baño, ni la insonorización, ni nada de la tal lista en la residencia de Frogmore Cottage.
El equipo legal de la demandante asevera que esta serie de artículos sobre la renovación de Frogmore Cottage es "engañosa" y todos fueron "inventados" con el objetivo de hacer ver que la duquesa "se había entregado a esta serie de remodelaciones absurdamente lujosas".
'Baby shower' y carta a su padre
Además, en la demanda se acusa a los periódicos de explotar también la figura del padre de Meghan, Thomas Markle, y de hacer afirmaciones falsas sobre su 'baby shower' y la relación con su madre.
La lista de publicaciones que la duquesa de Sussex tacha de fabricadas incluye una que sugiere que su exsecretaria privada se retiró porque era "difícil" trabajar a su lado, y otra en la que ella "dejó deliberadamente" a su madre en Los Ángeles, "abandonándola" por sus amigos famosos, con los que se divertía en su 'baby shower' en febrero de 2019 en Nueva York.
La demanda calfica este último reporte como "falso y ofensivo", y señala que Ragland "por supuesto" fue invitada al evento para festejar la llegada del bebé de Megan y el príncipe Enrique, pero no pudo asistir debido a compromisos laborales.
Otra parte de la demanda se centra en una carta privada que Megan Markle le había enviado a su padre. La demandante afirma que, además de que esta misiva fue publicada sin su consentimiento, fue significativamente editada y le falta más de la mitad del contenido, lo que tergiversa el tono que ella uso al dirigirse a su progenitor, todo para que el escrito pareciera intencionalmente "engañoso y deshonesto".
Por los daños que ha sufrido debido a las publicaciones de dichos medios, la duquesa de Sussex busca una indemnización no especificada, que relaciona con la reclamación de incumplimiento de los derechos de autor, protección de datos y privacidad, en virtud del artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que prevé que toda persona tiene derecho al respeto a su vida privada y familiar, su domicilio y su correspondencia.
Por su parte, The Mail on Sunday prometió ya antes defendedse "enérgicamente" ante esta demanda y negó categóricamente que la carta hubiese sido editada de "cualquier forma que haya cambiado su significado".
Las acciones legales de la duquesa contra los tabloides de Associated Newspapers fueron anunciadas por el príncipe Enrique a principios de octubre, a través de un comunicado en el cual afirmó que su esposa estaba siendo "víctima de las mismas fuerzas poderosas" que persiguieron a su madre, la princesa Diana de Gales, hasta su muerte, y denunció el trato que su consorte recibe en los medios británicos.
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