El español condenado a muerte en Tailandia por el asesinato de un compatriota pierde su última apelación

Artur Segarra aún puede pedir el perdón de la Casa Real tailandesa y tratar de conmutar la pena capital por una cadena perpetua.

El ciudadano español Artur Segarra, condenado a muerte en Tailandia por asesinar en 2006 a un compatriota suyo en Bangkok, ha visto este miércoles como el Tribunal Supremo del país asiático rechazaba su última apelación.

El magistrado, en contra del criterio de la defensa, considera válidas las pruebas presentadas por la Policía y señala que demuestran efectivamente la culpabilidad de Segarra, lo que convierte en firme la sentencia emitida en abril de 2017 por el Tribunal Penal de Bangkok.

Tras conocer el veredicto de la justicia tailandesa, Segarra ha expresado, en declaraciones recogidas por Agencia EFE, que "no es una sorpresa" para él que se corrobore la condena, ya que considera que el suyo "no ha sido un juicio justo", porque nunca hubo testigos directos del crimen.

No obstante, el tribunal consideró suficientes las imágenes captadas por cámaras de seguridad y las pruebas de ADN presentadas por los investigadores policiales, entre otras pruebas. "A falta de testigos oculares, las evidencias presentadas son consistentes para demostrar la culpabilidad del acusado", indica el juez en su sentencia, que establece que Segarra "cometió el asesinato de manera premeditada con la intención de robar dinero a la víctima".

Segarra cuenta sin embargo con un último recurso para intentar evitar que le apliquen la pena capital: tiene de plazo hasta el 20 de enero para solicitar el perdón a la Casa Real de Tailandia, y tratar de conmutar la pena capital por una cadena perpetua. Si este intento diese resultado, también podría pedir la extradición a un centro penitenciario en España una vez cumplidos ocho años de su condena en Tailandia.

La versión oficial de los hechos

El resultado de la investigación sobre el caso indica que Segarra secuestró a David Bernat el 19 de enero de 2016 y le retuvo durante seis días en un apartamento que tenía alquilado en Bangkok, donde tuvo lugar el asesinato. Los investigadores encontraron rastros de sangre de la víctima en el piso de Segarra. Además, las cámaras de seguridad confirmaron que ambos entraron juntos en el bloque de apartamentos del que Bernat ya nunca saldría con vida.

El 30 de enero aparecieron en el río Chao Phraya, que cruza la capital Tailandesa, los primeros restos del cadáver descuartizado de Bernat. Una semana más tarde la Policía identificaría como principal sospechoso del crimen a Segarra, que sería detenido en Camboya poco después, y definitivamente entregado a las autoridades Tailandesas el 8 de febrero de 2016.