Una sudafricana compareció esta semana ante una corte de su país luego de cortarle el pene al presunto violador y asesino de su hija de cinco años, informó el portal local News24.
La niña había desaparecido de su hogar en Puerto Elizabeth (Cabo Oriental, Sudáfrica) el pasado 3 de agosto luego de que su madre, Veronique Makwena, la dejara al cuidado de una amiga mientras salía a por víveres. Un día después, la menor fue encontrada ensangrentada y sin vida en una letrina pública abandonada cerca de la zona donde vivía.
El caso dio paso a una investigación policial y aunque no se logró ninguna captura, un conocido de Veronique, a quien ella acusaba del asesinato, fue interrogado. A este sujeto se le tomaron muestras de ADN, pero fue liberado hasta no tener los resultados.
Alrededor de un mes después, y en ausencia de un dictamen sobre los análisis genéticos, Veronique, su cuñada y un amigo de la familia, decidieron confrontar al sospechoso y le cortaron el órgano viril.
El sujeto mutilado recuperó su miembro tras una cirugía y posteriormente identificó a sus tres agresores ante las autoridades, los cuales fueron arrestados en septiembre. Sin embargo, al término de dos semanas recuperaron la libertad gracias a una organización benéfica sudafricana que recogió fondos para pagar la fianza. El dinero sobrante fue utilizado para comprar alimentos y otros artículos que Veronique recibió para su manutención y la de su otro hijo de siete meses.
El caso atrajo la atención nacional y la del abogado, Fundile Matoto, que decidió representar a los tres acusados sin cobrar honorarios.
A comienzos de octubre, este legista reconoció el ataque cometido por sus clientes, pero aseguró que se declararían inocentes de intento de asesinato. Asimismo, subrayó que trabajará para lograr desestimar los cargos y disminuir la pena, ya que considera que la corte debe tener en cuenta las motivaciones y el hecho de que Makwena, de 23 años, tiene un bebé al cual sería poco recomendable criarse en prisión.
No obstante, Matoto expresó su preocupación por el hecho de que la Policía no logró arrestos pese a las muestras de ADN recogidas cuando hallaron el cuerpo de la infante. Al respecto, un portavoz de esa institución afirmó que aún están "esperando los resultados" de estas pruebas.
El juez que atendió el caso este 20 de noviembre decidió posponerlo hasta el próximo 6 de febrero a la espera de una mayor investigación.