Arqueólogos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) descubrieron recientemente un particular sepulcro vikingo: una barca enterrada dentro de otra, con cadáveres de dos personas fallecidas con 100 años de diferencia, informan los medios locales.
El hallazgo se produjo durante excavaciones realizadas en el mes de octubre en una granja situada en Vinjeora, en el condado noruego de Trondelag, durante trabajos de mejora de una autopista aledaña.
En el lugar encontraron una tumba perteneciente a una mujer de alto rango, que vivió en la segunda mitad del siglo IX. Ella había sido colocada dentro de un bote de madera de ocho metros de largo y llevaba consigo dos grandes broches de bronce y otro que parecía un crucifijo. También se hallaron un collar de perlas, dos tijeras, un huso en espiral y el cráneo de una vaca.
El descubrimiento parecía solo dar cuenta de un común ritual de sepultura vikinga, pero los arqueólogos se percataron de que la tumba estaba a su vez enterrada dentro de otra barca fúnebre más grande (de entre 9 y 10 metros), la cual contenía el cuerpo de un hombre con lanza y escudo, que había fallecido durante el siglo VIII.
Tras el segundo hallazgo, los expertos realizan exámenes de ADN para determinar la relación entre ambos restos. Es posible que hayan sido del mismo linaje, pero también pudo haber otros lazos sociales que llevaran a enterrarlos en el mismo lugar.
"La familia era muy importante en la sociedad de la era vikinga, tanto para marcar el estatus y el poder como para consolidar los derechos de propiedad", dice Raymond Sauvage, arqueólogo del Museo de la NTNU y jefe de la exploración. "Es razonable pensar que los dos fueron enterrados juntos para marcar la propiedad de la familia sobre una granja", sostiene.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!