El gigante petroquímico alemán BASF lleva a cabo la mayor inversión en sus 154 años de historia en Zhanjiang (Cantón, China) gracias a un acuerdo marco que firmó en enero con el Gobierno de esa región y cuyo valor rondará los 10.000 millones de dólares.
Verbund, el primer complejo petroquímico de propiedad totalmente extranjera que estará en territorio chino, permitirá que esa firma fabrique productos petroquímicos —plásticos de ingeniería y poliuretano termoplástico, principalmente— destinados a las industrias electrónica y automotriz.
La primera fase del proyecto comenzará en 2022 y se completará en 2030, hasta lograr que su capacidad de producción alcance las 60.000 toneladas al año y se convierta en la tercera instalación más grande de BASF, tras Ludwigshafen (Alemania) y Amberes (Bélgica).
China es el mercado de productos químicos más grande del mundo —acapara el 40 % de la demanda mundial y podría aumentar al 50 % para 2030— y el presidente de la junta directiva de BASF, Martin Brudermuller, destaca que su empresa desea apoyar a sus clientes en el sur de ese país con "productos innovadores y soluciones sostenibles".
Esta "base sólida" en Zhanjiang permitirá a BASF establecer "conexiones comerciales más fuertes entre el sur de China y otros países asiáticos", asegura el responsable de la división Asia-Pacífico de BASF, Stephan Kothrade.
Por su parte, el primer ministro chino, Li Keqiang, considera que esta iniciativa demuestra que "los esfuerzos de China para tener una apertura mayor están teniendo efecto".
BASF vendió productos por valor de más de 7.300 millones de euros a clientes en China y tenía más de 9.000 empleados en la región en 2018.
